Los policías pertenecientes al Comando Radioeléctrico de Rosario, quienes estuvieron autoacuartelados casi 20 horas en la sede de la Jefatura de la Unidad Regional II, levantaron cerca del mediodía de ayer la protesta tras lograr un acuerdo con las autoridades del gobierno provincial. Igualmente, el patrullaje quedó normalizado en horas de la tarde, ya que en un principio familiares de varios de los uniformados que participaron de la medida impidieron la salida de móviles. El conflicto se disipó luego de que desde la cartera de Seguridad provincial se diera marcha atrás con el cambio en la grilla de horarios de patrullaje de los 475 efectivos, que volvió al esquema de 9 horas de trabajo por 31 de descanso (se intentó cambiar a 8 horas por 24).
La protesta que se había iniciado pasadas las 13 del jueves en la puerta de la sede local de Gobernación y se trasladó luego a la Jefatura, ubicada en Ovidio Lagos al 5200, en la zona sudoeste, lejos del centro de la ciudad, siguió generando malestar durante toda la tarde y la noche del jueves, ya que las partes no cedían en sus pretensiones.
En la mañana de ayer, mientras desde la oficina de Relaciones Públicas de la UR II se daba a conocer un comunicado donde se daba a conocer que “luego de mantener conversaciones” el personal del Comando acordó “levantar la protesta”, los coches seguían en el interior de Jefatura, según ese mismo comunicado, porque se encontraban “diversas personas en los ingresos a la misma bloqueando e impidiendo” la salida de los coches policiales.
Ante esto, desde el Ejecutivo pidieron apoyo al juez de Instrucción en turno, Juan Andrés Donnola, quien cerca de las 8, junto al fiscal Aníbal Vescovo y el secretario del Juzgado de Instrucción 7ª, Aníbal de la Torre, se trasladó a la sede de la Policía rosarina, donde dialogó con el jefe y subjefe de Policía de la Provincia, Hugo Tognoli y Cristian Sola, respectivamente; los titulares de la UR II, Walter Miranda y Hernán Brest; el jefe de Orden Público, Daniel Corbellini y de Cuerpos, Sergio Vergara, entre otros.
Con el pedido de firmar un acuerdo por escrito como eco, los funcionarios judiciales y policiales dialogaron largo rato. Estos últimos manifestaron que no podían rubricar nada ya que no ellos no tenían facultad para firmar ningún acuerdo y que, ante una protesta, debían iniciar una investigación administrativa que no significaba una casa de brujas. Ante esto, Donnola plasmó en un acta la inspección ocular del lugar y en pocos puntos resumió la solución del conflicto: el personal del Comando cumplirá con el horario fijado por las autoridades (el viejo esquema de 9 por 31) y mantendrá en la calle un mínimo de 45 unidades, que se suman a 24 de Motorizada, 25 de Orden Público y 7 de Cuerpo Guardia de Infantería (que totaliza 101 unidades de servicio diario). Y se marchó.
Pero la protesta siguió hasta pasado el mediodía, en parte porque familiares de algunos de los uniformados cortaban la calle, impidiendo la salida de los patrulleros.
Sin embargo, pasadas las 14, la totalidad de los coches afectados al Comando Radioeléctrico salió a la calle, normalizando de esta manera el servicio del 911.
“Para el ministerio, el objetivo (contar como mínimo con 100 vehículos que patrullen la ciudad de Rosario) que era el reclamo de la ciudadanía, se ha logrado”, sostuvo el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto.
Con respecto a los familiares y policías que durante varias horas estuvieron en la puerta de Jefatura y que, luego de la resolución del conflicto, impidieron la salida de patrulleros, Lamberto dijo: “Vamos a seguir buscando soluciones y dialogando; hemos hablado con el Ministerio de Justicia para que haga acercar a mediadores, con el fin siempre de dialogar, porque sabemos que hay distintas realidades”.
Consultado acerca de si habrá sanciones penales o administrativas para los que interrumpieron la salida de móviles y se plegaron a la protesta, el ministro aseguró que se analizará “de forma individual el accionar de cada uno, pero no en forma masiva”. Y agregó: “La Policía de la provincia no participó de este movimiento que fue reducido a dos o tres tomas del Comando Radioeléctrico de Rosario; es decir que la seguridad fue garantizada incluso por otras reparticiones de la Policía”.
