Alfonso Severo, el testigo del juicio por el crimen de Mariano Ferreyra que estuvo desaparecido durante 24 horas, señaló ayer que pudo ver a uno de sus secuestradores y elaboró un “identikit”, al tiempo que declaró que lo amenazaron para que no se “meta” con el ferrocarril.
“Me dijeron que no me meta con el ferrocarril. Y que ni la presidenta (Cristina Kirchner), ni la Policía, ni los derechos humanos me iban a salvar”, sostuvo Severo a la prensa tras declarar por más de cinco horas ante la Fiscalía Nº3 de Avellaneda sobre su secuestro.
Severo, que también se reunió con el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, sostuvo que su declaración en el juicio por el crimen de Mariano Ferreyra será “más amplia” que su testimonio en la instrucción y remarcó: “En el caso de Mariano (Ferreyra) falta gente. Va a haber más”, en alusión a los imputados.
Según relató el testigo ante los fiscales, estuvo toda la jornada de el jueves “arriba de una furgoneta, boca abajo, tapado con una especie de alfombra” y que el vehículo circuló unos 20 minutos desde el lugar de detención hasta que se estacionó cerca a unas vías.
El único momento en que pudo ver fue al ser interceptado en el auto por dos hombres armados, cuando pudo ver la fisonomía de uno de los secuestradores, a quien aseguró no haber visto “nunca en su vida”, por lo que elaboró un identikit ante la Justicia.
“Estaba metido en una bolsa tapado con una alfombra gruesa que no me permitía ver el día o la noche. Pero escuchaba la pasada de los trenes, las gallinas, los zorzales…”, señaló el testigo, quien en los próximos días será citado a declarar en el juicio por el crimen de Ferreyra, militante del Partido Obrero, ocurrido el 20 de octubre de 2010 durante una protesta de trabajadores tercerizados en Barracas.
“Patota de la Unión Ferroviaria sigue habiendo, pero creo que hay otros poderes que están en otro lado que no tienen nada que ver con el gobierno pero que están manejando porciones de poder. Creo que ellos son los responsables de estos actos de vandalismo. Cuando declare en la causa lo podré decir”, apuntó.
No obstante, si bien habló de su “apoyo” a la gestión de la presidenta, contradijo la interpretación del ministro de Justicia, Julio Alak (ver aparte), respecto del supuesto vínculo entre el secuestro y la pulseada que mantiene el gobierno por la aplicación de la ley de medios de cara al próximo 7 de diciembre. “No conozco la ley de medios, no sé lo que es”, sostuvo.
“Me dijeron que no me meta más con el ferrocarril, que ahí no voy a volver nunca más. Me decían que era un buchón, un vigilante, que piense en mis hijos”, indicó el hombre.
Por otra parte, Severo rechazó las acusaciones de la empresa estatal Ferrobaires (ver recuadro) sobre la existencia de siete causas en su contra que motivaron el despido: señaló que fueron “armadas”, al tiempo que aseguró que actualmente sólo queda una en marcha.
“Tienen miedo de lo que voy a hablar porque en el caso de Mariano falta gente que no está entre los imputados. Va a haber más”, adelantó Severo, quien apareció el jueves por la noche, tras haber permanecido 24 horas secuestrado.