Necesitadas de fondos para afrontar abultados déficits fiscales, las provincias argentinas vuelven a tomar deuda para impedir la paralización de sus obras públicas y poder pagar salarios y aguinaldos, en lo que significa el retorno a una práctica utilizada durante la década del 90.
De acuerdo a un relevamiento efectuado por la agencia Noticias Argentinas, las provincias decidieron buscar dinero en los bancos privados –que gozan de una amplia liquidez y están ávidos de rentabilidad–, a pesar de la caída de las perspectivas positivas en el mercado de capitales para sus pasivos.
Esto sucede a pesar de que la agencia Moody’s Latin America cambió de estable a negativa la perspectiva de las calificaciones de emisor y de deuda de Córdoba, Buenos Aires, Chaco y Formosa, en un escenario en el que la Nación redujo este año de manera drástica los envíos de fondos a las provincias.
En este contexto el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, reconoció que –como le ocurre desde enero– no sabe si podrá pagar la totalidad de los salarios públicos de este mes y noviembre e incluso deslizó que está en duda el medio aguinaldo de fin de año.
La provincia patagónica afronta un déficit fiscal que en 2012 alcanzará los 2.700 millones de pesos y depende de la colaboración de la Nación, a la cual Peralta está enfrentada.
El presupuesto de Santa Cruz contempla la llegada de unos 500 millones de pesos para la Caja de Previsión Social, pero a octubre no hubo noticias sobre esos fondos y el rojo previsional alcanzará en diciembre a los 986 millones de pesos.
Peralta le pidió a la Legislatura que le apruebe una emisión de deuda por unos 200 millones de dólares, pero tras la negativa acusó al ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, de exigirles a sus diputados que lo desaprueben, por lo que el rojo fiscal se agiganta.
Otra fue la suerte de Martín Buzzi, gobernador de Chubut, quien consiguió el permiso de la Legislatura y la Nación le brindó el aval para emitir letras por 250 millones de pesos.
Así, el jueves pasado Buzzi fue al mercado de capitales y colocó la serie 1 de Letras del Tesoro por un monto de 128,5 millones de pesos, captando fondos de la banca privada e inversiones institucionales de todo el país que buscan rentabilidad.
Buzzi saldría el próximo mes a captar otros 121,5 millones de pesos, con lo que solventará las deudas que generó la paralización del yacimiento petrolífero Cerro Dragón durante junio por un violento conflicto gremial.
Casi en paralelo, el Banco Macro le otorgó 260 millones de pesos a la provincia de Mendoza, a 36 meses de plazo y con una alta tasa del 23 por ciento anual, aunque en los próximos días el banquero Jorge Brito girará otros 40 millones para completar los 300.
Ese crédito estuvo trabado desde junio por la Casa Rosada, que es la encargada de dar la última palabra dado que desde los año 90 las provincias no pueden tomar empréstitos con la banca privada y, para hacerlo, necesitan que el Ministerio de Economía emita una resolución de “excepcionalidad”.
Por la ley de Responsabilidad Fiscal (25.917) a la que adhirieron hace algunos años todas las provincias menos San Luis y La Pampa –Buenos Aires la abandonó en 2005–, los gobiernos provinciales están obligados a contar con la autorización para poder financiarse en el mercado emitiendo bonos de deuda.
En este contexto, el gobernador mendocino Francisco Pérez se reunió recientemente en Buenos Aires con oferentes de otros bancos y entidades financieras para lograr otros créditos hasta completar los 1.500 millones de pesos que le autorizó la Legislatura provincial.
La provincia de Córdoba colocó en julio Títulos de Deuda Pública en dólares por 105,5 millones a una tasa del 9,5 por ciento anual y ahora espera el aval de la Casa Rosada para salir con un nuevo bono al mercado de capitales.
A su vez, el bonaerense Daniel Scioli también había obtenido 358.465.000 pesos con la colocación de Letras del Tesoro, después de haber conseguido otros 192,5 millones de dólares en agosto.
El kirchnerista Jorge Capitanich consiguió financiarse con Letras en el mercado local, además de haber incursionado con fondos de infraestructura para financiar obras de la provincia de Chaco, por un total de 71 millones de pesos.
En Entre Ríos, el también gobernador kirchnerista Sergio Urribarri salió recientemente con colocaciones en pesos y de corto plazo, por un total de 104,47 millones.
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, madrugó con la captación de fondos y allá por marzo emitió su primer bono en el mercado internacional.
La colocación –realizada entre inversores institucionales de Europa y Estados Unidos– fue por un total de 475 millones de dólares a 5 años, y la tasa quedó en el 12,5 por ciento anual.
