Informe de Carolina Barros, enviada especial.- El insistente llamado de los dirigentes a votar temprano y la propia costumbre de los venezolanos hicieron que desde antes del amanecer largas colas de ciudadanos se formaran frente a los centros de votación abiertos para que Venezuela elija presidente para el período 2013-2019. Si bien las mesas electorales abren a las 6 (las 7.30 en Argentina), las filas ya podían verse desde las 3.
Esta mañana el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio por abiertos los 13.810 centros de sufragio dispuestos para que puedan votar los 18.903.143 venezolanos inscriptos en el Registro Electoral.
A las 3, el toque de diana se escuchó en varios puntos de todo el país como señal del inicio de la jornada electoral. Se trata de un acto emblemático por el que se «llama» a los venezolanos a levantarse e ir hacia las urnas. Por el momento, el acto electoral se da con normalidad y sin disturbios. Si bien es una costumbre local ir a votar temprano, las cuestiones climáticas y la lluvia torrencial de ayer estimuló aún más a los venezolanos a concurrir desde antes.
Seis candidatos se disputan la jefatura del Palacio de Miraflores, aunque las chances de triunfo están reservadas al presidente Hugo Chávez, que busca su tercera reelección, y al opositor Henrique Capriles Radonski.
Chávez votará a media mañana en el barrio 23 de Enero, en Caracas, y su principal adversario lo hará después del mediodía en Las Mercedes, en el municipio de Baruta.
Los comicios tienen el acompañamiento internacional de más de 3000 delegados, entre ellos los del Consejo Electoral de la Unasur, a cargo de Carlos «Chacho» Alvarez.
A poco minutos del horario de apertura, la titular del CNE, Tibisay Lucena, reveló que el 99,76 por ciento de las mesas estaban en marcha, y pidió a los ciudadanos que se acercaran a los centros «con alegría, con tranquilidad y emoción», y recordó la prohibición de «hacer campaña y vestir con elementos relacionados a los candidatos».
Los comicios cierran a las 18 hora de Venezuela (19.30 de Argentina), pero todo finaliza cuando la última persona de la fila consigue emitir su sufragio. Aunque el voto es electrónico, cada ciudadano sale luego de elegir a su candidato con su dedo meñique pintado de azul, marca que evita que esa persona vuelva a votar.