La mejor tarea defensiva llegó en el partido más incómodo. Los números del torneo Inicial señalan que en ocho de los diez partidos disputados, Newell’s mantuvo el cero en su arco. Eso, por sí solo, como dato, conlleva una buena valoración del sistema defensivo. Pero, en la mayoría de los partidos Newell’s jugó como más le gusta. Con actitud dominante, tratando de controlar el trámite del juego. Ayer, fue diferente. Vélez lo obligó a defenderse, y por eso lo incomodó.
Por qué puede considerarse que fue el mejor partido de la defensa. Simple, Vélez estuvo a tiro de empate en dos acciones de pelota quieta, durante el segundo tiempo. Un cabezazo de Tobio, a la salida de un corner. E Insúa de tiro libre, pero Guzmán resolvió bien en su palo. Después, Vélez le sacó la pelota y lo atropelló, pero no tuvo final. Y eso fue por mérito de Heinze y compañía.
A Newell’s no le gusta correr de atrás, Martino trata de imponer el control del juego manejando la pelota. Por eso puede plantearse que le tocó jugar un partido incómodo y lo resolvió con sobriedad. Guzmán, Heinze, Villalba, Vergini, fueron algunos de los puntos más altos en la consideración individual. Por tratarse de Vélez el rival de turno, y la manera de defender, además de los tres puntos que entrega la matemática del juego, Newell’s ganó en carácter y personalidad. Está claro que se trata de un candidato, aunque falte mucho por jugar.
