Un hombre de 62 años irá a juicio por el delito de doble homicidio agravado por el vínculo parental, acusado de haber asesinado a sus hijos de 5 y 3 años en el interior de su vivienda, ubicada en el barrio Empalme Graneros. El hallazgo de los cuerpos de Norberto y Josefina lo hizo personal policial, que acompañó a la madre de los chicos –la pareja estaba separada– a buscarlos, luego que el imputado no se los llevara a su casa la noche anterior. Cuando se supo del hecho, el hombre estaba internado en el Hospital de Emergencias, ya que la madrugada del fatal hallazgo se había arrojado delante de un camión que circulaba por avenida Circunvalación y Juan José Paso.
Norberto Alfredo M. y Claudia Marcela R. mantuvieron durante largo tiempo una relación sentimental que vecinos consideraron “un tanto extraña”. Producto de esta, la mujer fue madre de dos hijos, a los que llamaron Norberto Benjamín (quien a fines de diciembre pasado tenía 5 años) y Josefina Sol (de 3). Por razones de índole privada, los mayores estaban separados: ella vivía en Montevideo al 5900 y él en Cabal al 900 bis. Igualmente se las arreglaban para que sus hijos no sintieran el faltante de alguno de sus padres. Si bien él tenía una restricción de acercamiento a la vivienda de ella, veía a sus hijos en forma periódica en su casa, ubicada en barrio Empalme Graneros. Para los vecinos era una persona “normal”, que disfrutaba de sus chicos, al punto de que varios lo veían jugar con ellos o compartir momentos en la puerta de su vivienda.
Por lo que lo ocurrido a fines del año pasado tomó por sorpresa a más de uno. En el amanecer del viernes 30 de diciembre, un hombre llegó en ambulancia al Heca trasladado desde la zona norte, en principio tras haber sido atropellado por un camión. Un rato más tarde, una mujer enojada fue hasta una vivienda de Empalme Graneros buscando a sus hijos, a quienes su padre no había entregado la noche anterior. Como no encontró a nadie fue hasta la comisaría de la zona y un rato más tarde, acompañada por un uniformado, volvió a la carga, obteniendo la misma respuesta desde la casa: silencio. Un vecino les dijo que el hombre había sufrido un accidente, por lo que una comisión policial fue hasta el Hospital de Emergencias, mientras la madre de Norberto y Josefina seguía preguntando por ellos.
Hasta ese momento nada hacía prever el fatal desenlace que ya se había dado en la vivienda. Es que el hombre internado primero dijo que había sufrido un accidente, pero cuando le hicieron mención de sus hijos se quebró y terminó confesando que los había asesinado.
“Me quise suicidar”, confesó a los policías, a quienes cuando lo consultaron sobre el motivo de esa determinación el hombre que estaba internado en el Heca dijo: “Hice algo terrible, maté a mis hijos. Si ellos no están conmigo no van a estar con nadie, y menos con esa hija de puta”.
Al escuchar estas palabras, los uniformados se comunicaron con sus colegas que estaban en la puerta de la vivienda de Cabal al 900 bis, quienes a esa altura ya preveían un macabro desenlace.
Cuando ingresaron notaron un olor nauseabundo que precedió al hallazgo, en el segundo y último dormitorio de la vivienda, de los cuerpos de los dos hermanitos, sobre una cama de una plaza. La autopsia determinó que ambos habían sido asfixiados, al menos 12 horas antes. En la casa todo estaba en orden y los cuerpos estaban colocados en forma prolija, como “depositados”, dijo un vocero del caso. Tras verificar que los dichos del hombre eran ciertos, éste quedó internado con custodia policial.
Ahora, a casi diez meses del doble homicidio, y tras tener en cuenta los datos aportados por los efectivos que hallaron los cuerpos, el resultado de la autopsia y la conclusión de una junta médica (hecha tras al menos tres entrevistas al principal sospechoso), que indica que “no se detectaron signos de patología mental que indiquen que el imputado al momento del hecho no comprendía la criminalidad del acto o no haya podido dirigir sus acciones”, la jueza de Instrucción de la 1ª Nominación, Roxana Bernardelli, dispuso el procesamiento de Norberto Alfredo M., por la probable comisión del delito de doble homicidio agravado por el vínculo parental, en calidad de autor y en la que resultaran víctimas sus hijos Norberto Benjamín y Josefina Sol; convertir en prisión preventiva su actual estado de detención y trabar embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de veinte mil pesos.