El ministro de Educación de Francia, Vincent Peillon, propuso debatir la despenalización de la marihuana para enfrentar la luchar contra el narcotráfico y desató la polémica. Su propuesta forzó al gobierno socialista de François Hollande a reafirmar su oposición a la medida y desatando críticas internas y pedidos de renuncia por parte de la oposición conservadores.
El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, a quien la oposición de derecha achaca escaso control sobre su gabinete, se vio obligado a hacer ayer una declaración para negar planes de legalización del cannabis, luego de que los comentarios del ministro Peillon dejaran al desnudo nuevas diferencias en el oficialismo con respecto en este caso al tema cannabis.
La polémica estalló antenoche, cuando Peillon solicitó un debate sobre la despenalización de la marihuana para luchar contra el tráfico en los barrios, pese a que la medida no figuró en el programa de campaña del presidente François Hollande, electo en mayo pasado como primer mandatario socialista desde 1995.
“La despenalización no figura en la posición de este gobierno ni en la del presidente”, sostuvo el premier Ayrault ante la prensa durante un viaje a la región de Loire-Atlantique.
“Los ministros deben concentrarse en su misión específica, y cuando hablan en radio o televisión, deben defender a la vez la política de sus ministerios y la política gubernamental. Y nada más. No son comentaristas”, agregó con tono seco Ayrault.
Las declaraciones del premier, que la semana pasada debió advertir a una veintena de diputados de su partido que rechazan leyes de ajuste, buscaron dejar de lado la polémica generada por las palabras del ministro de Educación, a quien ayer la oposición exigió la renuncia.
Este nuevo cortocircuito dentro del socialismo se suma a la lista de contrapuntos en estas últimas semanas, cuando numerosos representantes del PS dejaron en claro sus opiniones contrarias a temas presupuestarios, a los tratados europeos o al casamiento homosexual.
En la radio France Inter, Peillon reclamó la “despenalización del cannabis”, afirmó que en Francia “existe una economía paralela, que es la de la droga” y agregó sin medias tintas: “Las políticas represivas demuestran no ser eficaces”.
Ayer por la mañana, el ministro de Educación emitió un comunicado para aclarar que sus palabras fueron “una iniciativa personal” y que su opinión “no cambia su solidaridad total y entera con el gobierno”.