El Gobierno cubano anunció la flexibilización de los trámites para que sus ciudadanos pueden viajar con mayor facilidad al extranjero, modificando una política migratoria que se había mantenido intacta desde hace casi medio siglo como parte de las reformas emprendidas por el presidente Raúl Castro.
El diario oficial Granma dijo en su edición digital que las nuevas modificaciones a la ley migratoria entrarán en vigor el 14 de enero del 2013 e incluyen la eliminación del permiso de salida y la denominada Carta de Invitación.
Ambos requisitos son dos de los mayores obstáculos que tienen los cubanos para salir de la isla, aunque posean un visado para ingresar al país de destino.
«Como parte del trabajo que se viene realizando para actualizar la política migratoria vigente (…) el Gobierno cubano, en ejercicio de su soberanía, ha decidido eliminar el procedimiento de solicitud de Permiso de Salida para los viajes al exterior y dejar sin efecto el requisito de la Carta de Invitación», dijo el diario del gobernante Partido Comunista en su página en Internet (www.granma.co.cu).
Actualmente los cubanos residentes en la isla necesitan un permiso de salida, conocido como «Tarjeta Blanca», que otorga el Estado y una invitación para viajar por asuntos personales.
La flexibilización de la política migratoria local es una de las reformas más esperadas desde que el presidente Raúl Castro reemplazó a su hermano enfermo Fidel en febrero del 2008.
Sería la primera flexibilización en medio siglo a los viajes de los cubanos al exterior, que hasta el presente sólo pueden salir legalmente del país para misiones oficiales o cuando son invitados por familiares que residen en el exterior, principalmente en España o Estados Unidos.
«El país está en la senda de modificar decisiones que jugaron un papel en su momento y que perduraron innecesariamente», dijo Castro en un discurso el pasado año al referirse al tema por primera vez desde que asumió la presidencia.
Granma dijo que el martes se publicará en la Gaceta Oficial el decreto ley del Consejo de Estado que modifica la vigente Ley de Migración, así como otras reformas.
Los cubanos celebraron varios de los cambios impulsados por Castro en los últimos dos años como la compra-venta de casas y autos, mercados que fueron reducidos por décadas por el Gobierno comunista.