El testigo Enrique Alfonso Severo aseguró hoy que el titular de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, pretendió ser un «empresario» luego de los años ´90, y que «entregó» a los trabajadores ferroviarios.
Además, el testigo que denunció haber sido secuestrado cuando estaba citado para principios de octubre, si bien no aportó elementos contundentes en la investigación por el crimen del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra, dijo: «todo este armado de patotas y bandas viene de hace mucho tiempo».
Severo llegó a los tribunales de Comodoro Py en Retiro con custodia y su declaración fue muy breve, incluso cuando el presidente del Tribunal, Horacio Días, le informó que su testimonio había concluido, él le aclaró que «tenía mucho más para decir», aunque de lo dicho nada fue contundente en lo que hace a la investigación por el crimen de Ferreyra.
«Pedraza tuvo responsabilidad; luego de los ´90, quiso ser un empresario y llevó a que se tercerizara el trabajo, los ferroviarios perdieron mucho», sostuvo Severo, quien además culpó al gremialista, acusado suspuestamente de instigar el crimen de Ferreyra, de dejar «a cincuenta mil personas sin trabajo a través de arreglos con Carlos Menem», entonces presidente de la Nación.
«Menem dijo que ramal que para, ramal que cierra, y él no dijo nada, nos entregaron, él como dirigente gremial», respondió Severo cuando el abogado de Pedraza, Carlos Froment, le preguntó cuál había sido la responsabilidad del dirigente gremial.
Respecto al crimen, ocurrido el 20 de octubre de 2010, Severo dijo que un ferroviario le contó que ese mismo día un dirigente lo llamó a éste y le pidió que vaya a Avellaneda para «sacar a los zurdos», en referencia a la marcha y el intento de corte de vías que tenían programado realizar los militantes del Partido Obrero, entre ellos Ferreyra, y los tercerizados del Roca en reclamo del pase a planta permanente de los mismos.
Además, aseguró que el día anterior al crimen hubo una reunión de personas de Ferrobaires y la Unión Ferroviaria en el Museo Ferroviario ubicado en la localidad de Avellaneda, y que fue «para generar algo».
Al pedirle la fiscal de juicio María Luz Jalbert detalles sobre esto último, el testigo explicó que en ese lugar había reuniones previas a actos partidarios u alguna movilización de los ferroviarios.
También reiteró que el mismo día en que mataron a Ferreyra, a él le balearon su casa en Avellaneda, y que cuando salió se encontró con un anónimo en el que daban cuenta «quién había tirado el tiro y matado a Mariano», y que por pedido de la fiscal le fue exhibido en el juicio aunque no dio detalles de su contenido.
Severo contó que él fue echado de Ferrobaires el 19 de agosto de 2009 por una «mafia enquistada» e integrada por Norberto Saldaña, Héctor Carruega y Daniel Hess, de quienes dijo que respondían a Alberto Trezza quien llegó al ferrocarril de la mano de Eduardo Duhalde. «Te tenes que ir, los que no juegan con nosotros se tienen que ir», afirmó que le dijeron al echarlo del ferrocarril.
De los acusados dijo conocer a Pedraza, a su número dos en el gremio Juan Carlos «Gallego» Fernández, al delegado Pablo Díaz, y al ferroviario Jorge González.
Si bien dijo no conocer a Cristian Favale, quien es acusado en la causa de disparar contra los militantes del PO, aseguró que «estaba en Constitución (donde están las oficinas de UGOFE y Ferrobaires) desde hace mucho tiempo con Saldaña».