Con la extrañeza de lo infrecuente pero sin la distancia del peregrino, la pianista argentina Martha Argerich interrumpió una ausencia de siete años en los escenarios del país con un admirable concierto en el Teatro El Círculo de Rosario, ofrecido a dúo con el local Daniel Rivera la noche del viernes. Esquiva al intercambio con el público y la prensa, Argerich, de 71 años, se alejó en la última década de casi toda presentación solista y se cobijó en formatos de cámara u orquestales y, en ese contexto, su retorno en forma de dúo (porque Rivera ocupó ese lugar y no el de un piano secundario) enfatiza su valor.
La afinidad musical y personal entre Argerich y Rivera resultó decisiva para consumar el regreso de la pianista a la Argentina, ausente desde 2005. El concierto inaugural en El Círculo, a sala llena, comenzó con la “Sonata en Re mayor KV381”, de Wolfgang Mozart, uno de los compositores más afines al estilo interpretativo de Argerich. Ya en formato a dos pianos, Argerich y Rivera interpretaron “Variaciones sobre un tema de Haydn Op. 56”, de Johannes Brahms, cuya adaptación para piano es mucho menos célebre que la conocida para el esquema sinfónico.
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