Lejos de las movilizaciones que hace casi dos años reunían a miles de manifestantes, alrededor de 400 personas volvieron a expresarse ayer en Chabás con un tractorazo organizado por Federación Agraria Argentina en contra de las políticas agropecuarias que lleva adelante el gobierno que encabeza Cristina Fernández de Kirchner. En rigor, esta vez lo que disparó la movilización de los hombres de campo fue el pedido de medidas urgentes para comercializar la cosecha de trigo de la última campaña que, dicen, se encuentra paralizada. En tanto, Eduardo Buzzi, el titular de la entidad, ratificó que en la reunión que mantendrán mañana los integrantes de la Mesa de Enlace agropecuaria propondrán un cese de comercialización de hacienda vacuna debido a la “permanente agresión” que reciben los ganaderos.
Si bien la movilización estaba prevista inicialmente para las 10, todo dio inicio media hora más tarde. En ese momento, alrededor de quince tractores y no más de diez camionetas que en su gran mayoría portaban banderas argentinas, partieron desde el predio del ferrocarril ubicado a la vera de la ruta 33 a recorrer durante veinte minutos las calles de la localidad santafesina. A la cabeza de la hilera de vehículos circularon en una vieja Ford 100 el mismo Buzzi y Osvaldo Salomón, el intendente de Chabás. “Suena bien la frase «De Chabás para el país», ¿no? Me parece que sí”, le confió entre risas y por lo bajo Buzzi al cacique comunal cuando bajaban del furgón y en relación al calificativo con el que presentaría y “titularía” a los pocos minutos la conferencia de prensa que siguió.
Precisamente allí, ya unos minutos después, ante la gran cantidad de medios que se hizo presente en el pequeño recinto donde se realizó la rueda de prensa, Buzzi, sin que nadie le propusiera el tema, comenzó a defenderse de las críticas más comunes que le propinan quienes disienten con las posturas de los empresarios del campo. “Nosotros no somos sectores voraces como nos quieren hacer aparecer. Y mucho menos somos destituyentes y gorilas. Yo no tengo nada que ver con eso. Somos parte del pueblo argentino, pertenecemos a los sectores productivos que en el año 2002 pusieron en marcha algo que después vino a usufructuar el gobierno kirchnerista. Hoy estamos acá porque el detonante es el trigo, pero en todo caso es la política agropecuaria distorsiva, concentradora, excluyente la que está haciendo que nuestro pueblo esté en riesgo y que se concentre la producción en menos manos”, sostuvo.
Luego, el dirigente relató que desde el gobierno de Néstor Kirchner, en el año 2003, desaparecieron en el país alrededor de 60 mil productores, y que en ese mismo período ganaron “muy bien las exportadoras y algunos molinos” y perdieron “las mayorías: los productores primarios y los consumidores. Prueba de eso, y lo más patético, es el (actual) costo de la carne para los consumidores y el deterioro del stock bovino en el país”.
“Lo que queremos es poner en discusión un modelo agropecuario distinto. En el caso del trigo, y para que se genere una perspectiva, hace falta una herramienta concreta. No es con el liberalismo económico que se soluciona la cuestión, sino con la recreación de un organismo que regule, moderno y publico-privado, con la fijación de un precio sostén y con una perspectiva clara de cómo vamos a volver a sembrar trigo. Pero, además, segmentando retenciones y no tratando a todos como iguales”, explicó luego, retomando el discurso sobre el tema que convocó la protesta, la cual fue impulsada la semana anterior por las bases del departamento Caseros. Actualmente, el registro para exportar trigo se encuentra cerrado por el gobierno nacional.
“Con el maíz y la soja, ¿no se avizora un mejor futuro para la producción? ¿La cosecha puede ser récord?”, lo consultó este medio
“Hay volumen. Y con volumen trabajan todos, camioneros, peones y demás. Este departamento, por ejemplo, tiene una unidad promedio de propiedad de 42 hectáreas y un promedio de 220 hectáreas de trabajo. La enorme mayoría se paga con alquileres que superen los 15 quintales de soja, por lo tanto los números finales del productor promedio van a terminar en la raya o con quebranto, obligándolos a producir 40 quintales de soja, porque de lo contrario pierden plata”, respondió Buzzi, sin que muchos de los que se encontraban en el lugar pudieran seguir su explicación.
Cultura nacional y retenciones
Posteriormente, el dirigente confirmó que mañana volverá a reunirse en Capital Federal la Mesa de Enlace, que los federados integran con la Sociedad Rural, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas, para analizar las medidas a seguir.
El titular de Federación Agraria explicó que la institución que preside llevará la propuesta de avanzar en un cese de comercialización de hacienda vacuna en caso de que el gobierno siga “agrediendo a los productores”. “En cinco años va a haber carne para cinco millones de habitantes. Si seguimos así vamos a un camino cruel para una de las culturas más importantes para este pueblo. Argentina es el fútbol, el tango y la carne”, graficó Buzzi, quien luego descartó la posibilidad de que se lleven adelante cortes de ruta: “No es un objetivo que nos propongamos. Tuvo un momento de aceptación por parte de la sociedad, pero hoy no hay margen para ese corte de ruta. Hay mucha crispación y no podemos seguir echándole nafta al fuego”, agregó.
Algunos minutos antes quien también había criticado duramente al gobierno nacional había sido Salomón. “Desde noviembre han llovido alrededor de mil milímetros. De la sequía del año pasado pasamos a una cantidad de lluvia muy intensa como nunca hemos tenido noticias. Si bien no es un tema imputable al gobierno, esto tiene consecuencia en cada una de las producciones. El Estado es voraz a la hora de recaudar. De retenciones de soja se llevaron 30 millones de pesos, y nos devolvieron por el fondo solidario 158 mil pesos. Este año si la lluvia lo permite, de la cosecha de soja que va a estar en cerca de 100 mil toneladas en Chabás, se van a llevar 50 millones de pesos y nos van a devolver 250 mil. No hay una sola medida para contener a los productores”, sostuvo con tono enérgico el presidente comunal de Chabás, provocando los aplausos de muchos de los presentes.