La tercera audiencia del juicio por el denominado «robo del siglo» al banco Río de Acassuso comenzará esta mañana con la declaración de nuevos testigos.
El debate está previsto que comience a las 10 en los tribunales de Ituzaingó 340 del partido bonaerense de San Isidro.
Ayer declararon, entre otros, el primer policía que llegó a la sede del banco Río al momento del asalto y comenzó a negociar con un delincuente que se hacía llamar «Juan» para que libere a los rehenes.
«Fijate el gesto que voy a hacer con ustedes que te estoy largando a mi peor enemigo», le dijo irónicamente el ladrón al entonces subteniente Gustavo Medina, quien era jefe de calle de la comisaría 4a.de San Isidro.
Precisó que en ese momento «Juan» le dijo: «Yo ya te liberé a un policía, ahora vos controlame el comité de crisis que yo acá adentro manejo la situación. Todo 55 (que en la jerga policial significa todo bien).
El fin del diálogo de Medina con «Juan» fue cuando llegó el negociador del Grupo Halcón, a quien el ladrón le dijo: «Hacé todo tranquilo si no querés que pase lo mismo que lo de Ramallo», por la masacre de rehenes en el Banco Nación de Villa Ramallo.
Se trata del comisario Miguel Ángel Sileo, Jefe de Operaciones Tácticas del grupo de elite al momento del hecho, quien ayer declaró que le sorprendió que el ladrón negociador «era muy irónico», que «estaba muy tranquilo» y que «era muy suelto».
Ambos policías fueron dos de los testigos que declararon ayer ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro, presidido por María Elena Márquez e integrado por Alberto Ortolani y Gonzalo Aquino, en el juicio oral a Raúl De la Torre (56), Fernando Araujo (41), Sebastián García Bolster (40) y Julián Zalloecheverría (51).
Los cuatro están acusados de robo agravado con armas de fuego cuya aptitud para el disparo no pudiera tenerse por acreditada, en poblado y en banda, con penas entre tres y diez años de cárcel.
El «robo del siglo» ocurrió el 13 de enero de 2006 en la sucursal Acassuso del Banco Río, cuando cinco delincuentes robaron al menos ocho millones de dólares joyas y alhajas de oro, brillantes, piedras preciosas, perlas, relojes, lapiceras y encendedores, según la elevación a juicio efectuada por el juez Rafael Sal Lari.
Los ladrones no sólo vaciaron las cajas de seguridad sino también obligaron a la jefa operativa del banco y al contador a abrir el tesoro de la entidad, debiendo soportar el retardo de su sistema de seguridad para sacar pesos y dólares.
El asalto se perpetró en medio de una toma de rehenes y los ladrones eludieron el cerco de 200 policías escapándose con el botín a bordo de un bote por alcantarillas subterráneas.
Cuando el grupo Halcón ingresó en la sucursal, sólo quedaban los clientes y los empleados que habían sido mantenidos cautivos, las cajas saqueadas y un curioso mensaje: «En barrio de ricachones sin armas ni rencores. Es sólo plata y no amores».
De la Torre (ex comerciante) y Araujo (ex profesor de artes marciales y artista plástico) están sindicados como quienes entraron al banco en un auto y tomaron los rehenes, García Bolster (técnico electrónico) como el que construyó el túnel y esperó en el bote para escapar con el botín y Zalloecheverría (ex comerciante,) quien estaba en la camioneta con la que escaparon.