El ataúd de Kumaritashvili, que llegó este miércoles a Georgia, fue transportado cubierto con una bandera georgiana a casa de su familia, en Bakuriani, una pequeña ciudad de montaña situada a 180 kilómetros al oeste de Tbilissi, la capital del país.
Muy emocionada, la madre de Kumaritashvili, Dodo, ayudada por la familia y los amigos, caminaba detrás del ataúd. Delante de la casa familiar, el padre del deportista, David, aseguró que su hijo no era responsable del accidente y dijo que el problema empezó en la curva donde se produjo el drama.
Kumaritashvili se mató durante la segunda sesión de entrenamiento, el pasado 12 de febrero, poco antes de la apertura de los Juegos Olímpicos de Vancouver, al perder el control del luge cuando estaba llegando a la última curva, donde la velocidad puede alcanzar los 140 kilómetros por hora.
El cuerpo de Nodar Kumaritashvili, que salió de Canadá el lunes, llegó al aeropuerto de Tbilissi este miércoles por la mañana, donde fue transportado por la guardia de honor antes de ser presentado a la familia.
Una multitud formada por gente joven con banderas georgianas y velas se reunieron en el aeropuerto para rendir homenaje al fallecido.