Cuando la historia se terminaba en los noventa minutos apareció Ignacio Scocco. El delantero de Newwel’s obligó a que el Superclásico de las Américas se definiera desde los doce pasos. Pero la precisión de los brasileños fue superior a la de los argentinos, que terminaron perdiendo 4 a 3.
El primer tiempo estuvo lejos de ser el ideal. Ambos equipos se acercaron con peligro en una sola oportunidad y en líneas generales quedaron en deuda con el público que se acercó hasta la Bombonera.
Si bien Argentina tuvo más la pelota no logró inquietar a la defensa del conjunto verdeamarillo.
Los de Sabella se mostraron dubitativos en la última línea, pero se vieron favorecidos por la falta de precisión del rival.
Apenas arrancado el complemento, el Burrito Martínez tuvo una chance inmejorable para marcar, sin embargo no pudo terminar de controlar el balón cuando ya estaba dentro del área.
Brasil se paró de contra y se refugió en su campo. Solamente apostó, una y otra vez, a la velocidad de sus puntas para inquietar a la defensa que puso Sabella.
Argentina fue y fue, y a diez del final tuvo su premio: el árbitro cobró un penal inexistente sobre Martínez, que Scocco cambió por gol. Pero la alegría solamente duró un par de minutos hasta que Fred marcó la igualdad a poco más de cinco por jugar.
Pero cuando el reloj ya marcaba el final, apareció otra vez Scocco para enviar la definición a los penales. Ahí el que festejó fue Brasil.
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