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Lamberto pidió avanzar en las propuestas de reforma policial

Por Ezequiel Nieva / Corresponsalía Santa Fe.- El ministro llamó a la oposición a “dar vuelta la página”. Quieren buscar consensos para cambios estructurales en la fuerza.


El gobierno quiere consensuar con la oposición los términos de la reforma policial. Lo dijo ayer el ministro de Seguridad de la provincia, Raúl Lamberto, quien opinó que es hora de “dar vuelta la página” del debate político –luego de la extensa interpelación del jueves en la Cámara de Diputados– para avanzar hacia un nuevo esquema de seguridad pública diseñado desde una óptica democrática.

Para ello, la prioridad del Ejecutivo es lograr un acuerdo con la oposición que permita avanzar en una reestructuración de la Policía en unidades regionales más pequeñas para descentralizar el poder de los jefes y sumar más participación política a la conducción de la fuerza. “Las jefaturas únicas son muy complejas”, argumentó el ministro.

La reforma apunta a mejorar la eficiencia de la Policía en la prevención y la persecución del delito. Un objetivo a largo plazo, según Lamberto: “No se hace de un día para otro”. Como primer paso, el funcionario socialista llamó a la oposición a que deje de “seguir buscando responsables” –en alusión a las derivaciones del caso Tognoli, que revelaron bolsones de corrupción en la Policía, admitidos por el propio Lamberto– y colaborar con el diseño de un nuevo esquema de seguridad.

“En un momento hay que decir «ya se debatió, a partir de ahora veamos cuáles son las propuestas que en forma conjunta podemos llevar adelante». Nosotros queremos que estas propuestas sean consensuadas y que se apliquen en forma paulatina; no son cambios que se hacen de hoy para mañana”, señaló el ministro.

La reforma

Sobre la subdivisión de las unidades regionales, explicó: “Las jefaturas únicas son muy complejas. Tenemos que ir a estructuras regionales más chicas y evaluar la eficiencia y los resultados de esas jefaturas. Hoy un hecho en Reconquista a lo mejor es tapado por un hecho en Venado Tuerto, o un hecho favorable en Santa Fe no es valorado en Rosario porque hay otros hechos”.

La intención es que esas estructuras policiales más pequeñas estén “bien formadas” y sean “controlables” para obtener mejores resultados. “Esa eficacia, muchas veces, las grandes estructuras la hacen difícil de lograr”, añadió Lamberto.

Se hará hincapié en la preparación específica del área de Investigaciones, en línea con lo que propusieron en la Legislatura el senador radical Hugo Marcucci y el diputado justicialista Eduardo Toniolli: la creación de la Policía Judicial.

En paralelo, se creará una nueva fuerza operativa de apoyo para situaciones especiales, que trabajará en coordinación con las necesidades de los municipios que la requieran.

“No hay nada que ocultar”

Lamberto hizo un balance “positivo” de la interpelación a que fue sometido el jueves en la Cámara de Diputados. “No tenemos nada que ocultar; fuimos con la conciencia tranquila, con un proyecto político y un equipo de gobierno”, dijo el titular de la cartera de Seguridad. “Estamos llevando adelante propuestas transformadoras, muchas de las cuales no tienen antecedentes en la provincia. Pudimos dar a conocer lo que pensamos y todo lo que conocemos”.

Después de la extensa interpelación, el ministro pretende “dar vuelta la página” y convocar a todos los sectores políticos para que colaboren en la reforma policial. En particular, Lamberto le hizo un guiño al Frente para la Victoria, sector con el cual el socialismo comparte ideas programáticas acerca de la seguridad pública, según afirmó.

“Estas interpelaciones sirven si son las bases para que nos sentemos todos juntos a decidir la estructura de una nueva seguridad democrática, que es lo que la población nos está exigiendo”, remarcó el funcionario a manera de conclusión.

Y llamó a un amplio consenso para abordar el tema seguridad: “Seguir con los debates mediáticos no sirve. Lo institucional sirve para construir, generar cambios y lograr consensos”.

—¿Fue justificada la interpelación?

—No, para nada. Había estado tres horas (el 25 de octubre, en una reunión con diputados y senadores en medio del escándalo por el caso Tognoli), todo lo que conocía lo dije. Me parece que fue parte de un proceso destinado a buscar responsabilidades en la fuerza policial y en la estructura política. No hay reformas estructurales sin consenso. Si uno quiere modificar una estructura hace falta una mesa de diálogo y políticas comunes. No damos un buen ejemplo si, para transformar una estructura, primero no nos ponemos de acuerdo los que lo tenemos que hacer.

—¿Usted advierte que hay voluntad de la oposición para colaborar con el gobierno en esa reforma?

—Creo que hay distintos actores. Hay partidos que claramente tienen voluntad. Inclusive, dentro del justicialismo hay pensamientos distintos. Muchos de los planteos que estamos haciendo sobre seguridad son compartidos por sectores del Frente para la Victoria: una Policía democrática, una fuerza descentralizada, con conducciones de jefaturas más chicas y mayor presencia de los gobiernos locales, con más control de la administración por parte del poder político.

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