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Central: entendieron de qué se trata

Por Franco Scala.- Miguel Angel Russo y sus dirigidos supieron cambiar a tiempo para prenderse en el lote de arriba.


Volvió a resurgir. Central hizo pata ancha en Misiones y consiguió la tercera victoria en forma consecutiva. Antes había vencido a Defensa y Justicia en Florencio Varela y a Gimnasia de Jujuy en el Gigante. De esta manera el Canalla trepó varias posiciones en la tabla y se ubicó a dos puntos de la zona de ascenso.

Si bien su juego no es vistoso ni mucho menos, le alcanzó para dejar atrás aquella dura derrota en el Gigante ante Douglas Haig por la 11ª fecha.

Miguel Ángel Russo cambió su mentalidad soberbia del inicio de campeonato y le inyectó a un equipo sin carácter una dosis importante de actitud. El entrenador se dio cuenta que el camino no era el correcto y corrigió a tiempo errores, que en esta categoría se pagan con derrotas. Supo recuperar la solidez defensiva (lleva tres partidos con la valla invicta), confió en sus jugadores, modificó su postura como entrenador y vive cada partido como si fuera el último.

Una de las principales virtudes de este nuevo Central es que trabaja mejor los partidos. Sabe lo que tiene y lo potencia. Dejó de lado el vértigo y la ansiedad para cambiarlos  por paciencia e inteligencia. Saca diferencia con su rival y luego la cuida como un verdadero tesoro. El partido ante Crucero fue una fiel muestra de la realidad futbolística del Canalla. Se vio en problemas al principio, se acomodó con el correr de los minutos, logró el tanto en el momento justo y luego lo defendió con uñas y dientes. Una victoria muy similar a la que logró con Defensa y Justicia, la primera de esta mini racha positiva de tres triunfos al hilo.

El objetivo colectivo es terminar el año de la mejor manera, siendo protagonista. Ahora tendrá otra parada brava en Mar del Plata. Una ciudad que a Central le cae bien, ya que salió victorioso en los dos partidos que jugó desde su arribo a la B Nacional. Pero no debe confiarse, aún no ganó nada. Los resultados mandan en el fútbol argentino y seguramente el hincha cada día se ilusiona más. Ni antes era el peor, ni tampoco ahora es el mejor. El equipo mostró cambios, pero aún le falta mucho para ser verdadero protagonista. Todavía no es un conjunto ciento por ciento confiable. Quedan tres partidos de acá al final del año para reafirmar lo hecho en los últimos tres. No será fácil, pero tampoco imposible.

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