Al ex gobernador Jorge Obeid le da “lástima” la gestión del socialismo. Lo afirmó en referencia a la decisión de su sucesor, Hermes Binner, quien suspendió un conjunto de obras iniciadas bajo el mandato del justicialista. En sus críticas englobó también al actual mandatario provincial, Antonio Bonfatti, de quien dijo –en alusión a los problemas en torno al tema seguridad– que “no la está pasando bien”.
“La ruta 1, los acueductos, el puente Reconquista-Goya, las rutas transversales, el traslado del puerto de Santa Fe: hay una treintena de obras que dejamos empezadas, algunas licitadas, con presupuesto, que se suspendieron porque habían sido licitadas por nuestro gobierno”, se quejó Obeid.
Y añadió: “A mí me da lástima, porque a esta altura de mi vida he comprendido que las obras son políticas de Estado, tienen que ser independientes de los gobiernos de turno. Hubiese preferido que se siguieran, como seguí yo obras de otros gobiernos y las terminamos”.
Con la mirada puesta en 2015, Obeid hizo un pronóstico sombrío sobre la situación de la provincia. Igual, se mostró confiado: “La verdad, me preocupa. Hay mucho desorden administrativo, muchas deudas, se está tomando endeudamiento. Claro que me preocupa la provincia, pero hemos domado potros más salvajes. Si tuviéramos la posibilidad de volver, no nos vamos a asustar”.
Consultado sobre las elecciones de 2013, Obeid sostuvo: “No me excluyo ni me proclamo como candidato. Nosotros estamos pensando en recuperar la provincia, pero antes están las elecciones nacionales y locales de 2013. Por supuesto que, como peronistas que somos, vamos a participar dentro del partido apoyando a los candidatos peronistas. Ahora, si voy a ser candidato, es algo que todavía no decidimos”.
—¿Es el mejor momento para enfrentar al socialismo?
—No la están pasando muy bien, evidentemente. Pero de todas maneras, para buscar el voto de la gente, uno tiene que ir con propuestas serias y con buenos candidatos.
—¿Es más difícil encolumnar al peronismo que ganarle al socialismo?
—Una cosa está relacionada con la otra. Si el peronismo no se unifica, no es posible ganar. Pero soy optimista porque los peronistas estamos charlando mucho entre nosotros. El peronismo es heterogéneo porque contiene a muchas clases sociales y quien pretenda conducir al peronismo tiene que acostumbrarse a conducir el desorden. Ese desorden lógico, porque el peronismo es un movimiento vivo, tiene que ser conducido por hombres y mujeres que tengan templanza, tolerancia, que escuchen y que acuerden, no que confronten.