La fiscal bahiense que investiga la captura y los tormentos aplicados a una mujer durante tres meses en una casa de la localidad bonaerense de Coronel Suárez adelantó ayer que ampliará la acusación contra la periodista Estefanía Heit por el delito de abuso sexual, como el que se le imputa a su esposo, Jesús Olivera, y dijo que no descarta que haya “más víctimas” de la pareja. Ambos acusados se negaron a declarar ayer ante la Jusiticia.
“Heit siempre fue partícipe de todo estos hechos, ya sea por acción o por omisión, consentía los actos. Ha estado en muchos casos presente”, expresó la fiscal de Delitos Sexuales, María Marta Corrado.
Y añadió: “Se le va a extender (la acusación) en cuanto a la participación en los abusos sexuales como partícipe primaria, es decir una participación esencial, que en este caso es equiparable a la coautoría”.
La fiscal dijo además que no descarta la posibilidad de que la pareja haya dejado “más víctimas” en “otros puntos del país” o “en otras partes del mundo”, y pidió que la gente que haya pasado por algo similar se presente a denunciarlo.
“Estas personas tenían una página de internet que habían creado, un espacio con un nombre de una congregación que habían inventado e incluso estaban haciendo las tratativas para otorgarle algún reconocimiento a nivel jurídico, todo esto lo hacía Estefanía Heit, que era la encargada de sanear esta congregación y darle visos de legalidad”, agregó la fiscal.
Poco antes de ingresar durante la mañana de ayer a los Tribunales para indagar a los acusados, Corrado contó que, al declarar anteayer en la fiscalía, la víctima de los abusos “ratificó” todos sus dichos sobre los malos tratos y abusos a los que fue sometida.
“La joven estuvo en peligro de vida, incluso nos han dicho los médicos que con una semana más iba a fallecer porque estaba en un estado de deshidratación, desnutrición absoluta y de hecho hoy tiene una trombosis en una de sus piernas”, detalló.
Captación de índole religiosa
Al ser consultada sobre la circunstancia en la que la víctima llegó a la casa de Heit y Olivera, Corrado dijo que se trató de una “captación” de índole “religiosa”, ya que la víctima es una mujer con fuertes creencias que fue captada por Olivera, quien decía ser “pastor” o “apóstol”.
“Se produce en el marco de una cuestión religiosa (…) confió y creyó en esta congregación que supuestamente tenía ayuda solidaria para personas carenciadas”, agregó la fiscal al referirse a los motivos por los cuales la víctima dejó su ciudad, Río Colorado, y se trasladó a Coronel Suárez.
“Ella comienza de alguna manera siendo captada, como sucede en estas cuestiones, y llega a su casa con el convencimiento de que estas personas, sobre todo Olivera, era un pastor o un apóstol”, explicó.
Según narró la fiscal, la víctima en un principio se hospedó en un hotel de Coronel Suárez pero ante la imposibilidad de conseguir un trabajo la pareja le ofreció su domicilio. “Ahí empieza su calvario”, aseguró Corrado.
Se quedó sin bienes
La fiscal dijo que cuenta con “pruebas” que demuestran que la víctima “se ha desprendido de todos sus bienes” y de que “tenía una exigencia cotidiana por parte de estos imputados” para conseguir dinero. Además, Corrado aseguró que pudo ver dos filmaciones tomadas por un teléfono celular secuestrado en el marco de la causa en el que hay evidencia de los tormentos.
Al ser consultada por los motivos por los cuales la mujer era sometida a tormentos, la funcionaria judicial consideró que “tiene que ver con otras cuestiones de perversión”. “La mujer menciona que todos los hechos fueron bajo coacción, tienen que ver con amenaza permanente”, agregó la fiscal, al mencionar que la denunciante temía por lo que pudiera pasarle a su hija y al resto de su familia si desobedecía.
“Todas las acciones que ha hecho fueron contra su voluntad y lo que ha habido es un sometimiento y una dominación en todo sentido, psicológica sobre todas las cosas, porque estas personas conocían toda su vida, sus movimientos, su familia, su hija; realmente la amenaza iba por ese lado”, dijo.