“Esta historia surge en 2005; yo estaba en Bariloche haciendo un video institucional para una empresa de turismo de Rosario. Teníamos que registrar todas las actividades que se realizaban en los viajes de estudio. Había una excursión en la que te llevaban al Cerro Catedral. Era de noche. Me subí a una 4×4 y el que manejaba era Ladislao Orosco. Yo tenía la cámara y él la necesidad de hablar”, cuenta a modo de relato Juan Diego Kantor, el director del film Buscando al huemul, respecto de su encuentro con Ladislao, el patagón con sangre tehuelche que emprende un viaje a la alta montaña con el objetivo de ver un ejemplar de huemul (ciervo en peligro de extinción).
Ese singular y atractivo periplo fue registrado por un grupo de cineastas locales y ahora es el hilo conductor de un documental que, tras su estreno de anoche, podrá verse hoy, a las 20 y a las 21.30, y mañana a las 20, en el cine público El Cairo (Santa Fe 1120).
“Cuando empecé a hablar con Ladislao, me mostró otro lado de Bariloche. Me empezó a contar sobre las comunidades mapuches y sobre una Bariloche muy rica pero muy pobre a la vez. Cuando terminó aquel recorrido, nos quedamos hablando mucho. Ahí me contó que quería ir a buscar un huemul. Yo no tenía idea de qué era, de hecho, se lo pregunté como también le pregunté en qué consistía ir a buscarlo. Me dijo que tenía que internarse en alta montaña durante 10 días. Le dije que lo acompañaba, y así fue”, continuó Kantor, quien también describió: “Buscando al huemul es un documental que muestra la búsqueda de Ladislao de este animal autóctono dela Patagoniaque está en peligro de extinción.
El huemul fue desplazado a la alta montaña por la mano del hombre y por la introducción del ciervo colorado europeo. Entonces, se refugió en una zona muy árida, en la que hay muy poca vegetación, muy poca comida, pero donde no llegan los demás y ahí resiste. Esto hace que muy poca gente lo conozca y que se transforme en un fantasma. La película es, justamente, su búsqueda, pero se va convirtiendo en una metáfora respecto del desplazamiento y la resistencia de las comunidades mapuches”.
Además, y haciendo referencia a los recursos técnicos y estéticos que puso en marcha el equipo que también integran Ricardo Robins, Lorena Di Natale, Verónica Zubiri y Lucas Pérez, entre otros, Kantor aseguró que el film “no está pensando como un documental”, sino que, en tanto lenguajes y recursos, se asemeja más a una ficción.
“Se podría decir que es un documental de observación donde no existen las entrevistas. Ladislao busca a Nazareno Rodríguez, su amigo, para emprender el viaje, y ahí comienza la película. Después, a través de flashbacks, de recuerdos, es cómo el espectador va conociendo al protagonista, su manera de vivir, a la ciudad de Bariloche, y empezamos a entender el porqué de su búsqueda”.
“La película tiene un tiempo lento –agregó–, porque, precisamente, respeta los tiempos de esa parte del sur. Esa fue una gran apuesta: en esta época en la que todo es demasiado rápido o demasiado al instante, nosotros apostamos a un tiempo pausado, reflexivo. La película es muy reflexiva, introspectiva. También, buscamos que todos los planos sean postales, mostrar esos hermosos paisajes. Cuidamos mucho la imagen y el sonido, pero después terminamos renunciando a postales realmente bellas porque no queríamos que sea una película «linda» y que eso opaque la historia”.
Para su director, Buscando al huemul apuesta por la sutileza: “No es una película sobre las comunidades originarias, ni sobre el huemul, es la historia de un hombre al que lo traspasan todas esas cosas”.
Objetivo: preservar al huemul
Según relató el joven realizador rosarino Juan Diego Kantor, además de haber sido protagonista y parte del equipo de Buscando al huemul, Ladislao Orosco tiene entre manos un proyecto más ambicioso: se trata de la creación de una reserva en la que los huemules puedan vivir y reproducirse sin la amenaza del ciervo colorado. “Él estaba buscando al huemul para llevar a cabo su proyecto de hacer una reserva de huemules. Lo que quiere es que el huemul pueda tener su lugar y que pueda empezar a reproducirse; que deje de peligrar su existencia. Entonces, está buscando la tierra para hacerlo”, contó el realizador al tiempo que especificó: “El huemul no tiene habitat, en su momento, habitaba desde Mendoza hasta Ushuaia, su hábitat; no es la montaña donde vive o resiste ahora. Al huemul se lo sacó hace mucho de su lugar, así que en cualquier parte dela Patagonia podría vivir perfectamente y dejar de correr peligro de extinción”.
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