Con promesas de continuidad y pocos cambios, asumió ayer la nueva ministra de Educación de la provincia, Claudia Balagué, en reemplazo de Letizia Mengarelli, quien no llegó a completar un año en el gabinete de Antonio Bonfatti. El gobernador le tomó juramento a su nueva ministra y elogió a la saliente. Balagué prometió “trabajar fuerte con los equipos técnicos del Ministerio, que son muy sólidos, y convocar a los docentes a la participación y al diálogo para seguir avanzando”.
Acompañado por la mayor parte de su gabinete, en un salón colmado de funcionarios, Bonfatti puso en funciones a Balagué y aseguró que le dará continuidad a la gestión de Mengarelli. “Tenemos un programa, un plan que llevamos adelante en cada uno de los ministerios, siempre pensando en función de las dos grandes fortalezas de este gobierno: la salud y la educación”, sostuvo el mandatario.
La nueva ministra destacó “la enorme trascendencia” del Ministerio de Educación “en el marco de las prioridades para construir un proyecto de provincia y un proyecto de país” y definió: “La educación y el sistema educativo son pilares de inclusión social capaces de garantizar uno de los principales derechos; sería imposible pensar un futuro sin educación”.
Los primeros desafíos
Balagué remarcó su experiencia en el ámbito universitario –fue decana de la Facultad de Ciencias Bioquímicas de la UNR– y dijo que allí aprendió que “no se puede construir si no es en el marco del diálogo y el consenso, de escuchar los aportes que tienen para hacer cada uno de los protagonistas de la educación”. Pero a la vez hizo hincapié en su formación política: “Me ha dejado una gran enseñanza: que la construcción colectiva, participativa y abierta es la que permite que la rueda gire positivamente”.
Tras el acto, en diálogo con la prensa, Balagué se comprometió a “trabajar fuerte con los equipos del Ministerio y convocar a la participación y al diálogo para seguir avanzando en lo mucho que se va a seguir haciendo”. Anunció que habrá pocos cambios en la estructura del Ministerio: “Habrá algunas renovaciones, obviamente, pero gran parte de los equipos técnicos van a continuar”.
Respecto de los gremios docentes, la ministra afirmó que esta semana se harán los primeros contactos, admitió que “hay muchos temas pendientes” y que “el tema salarial es uno de ellos”.
La salida de Mengarelli
Desde el gobierno desmintieron motivos políticos y afirmaron que la renuncia de Mengarelli fue “por razones de prescripción médica”, según el propio Bonfatti. “Lo anticipamos una semana porque trascendió el nombre de la reemplazante”, explicó el mandatario, para quien los “dimes y diretes” en torno a la salida de la ex ministra resultaron “desopilantes”.
Presente en el acto de recambio, Mengarelli dijo que fue “un orgullo” haber sido ministra y, antes, funcionaria de su antecesora Élida Rasino. “Es algo muy difícil: cambiar y al mismo tiempo sostener. Cambiar sin destruir. El Ministerio de Educación tiene eso: su permanencia, pero también la necesidad de renovación. Esa doble cuestión es un trabajo fascinante”, definió Mengarelli, quien blanqueó sus deseos de volver al gabinete de Bonfatti a la vez que valoró la “respuesta humana” del gobernador.
“Le pedí al gobernador un tiempo para recuperarme de mi salud. Lo conversé hace varios meses. Habíamos previsto que sea a mediados de diciembre, pero los trascendidos hicieron que se adelantara para no alimentar rumores que no corresponden”, dijo.