Tal como era previsible, los docentes rechazaron la oferta de aumento salarial que les hizo el gobierno de la provincia. Fue ayer, en la reunión paritaria que mantuvieron los cuatro sindicatos del sector –Amsafé, Sadop, UDA y Amet– con los ministros Ángel Sciara (Economía), Élida Rasino (Educación) y Carlos Rodríguez (Trabajo). Los funcionarios del gobierno de Hermes Binner les ofrecieron lo mismo que al resto de los trabajadores públicos: un 7 por ciento de incremento a partir de febrero y una segunda etapa de aumentos graduales que sin embargo no fueron precisados.
La secretaria general de Amsafé, Sonia Alesso, calificó la oferta como “absolutamente insuficiente” y explicó cuál será el mecanismo de aquí en adelante: entre el lunes y el martes de la semana próxima los delegados departamentales presentarán la propuesta en cada localidad; entre el miércoles y el jueves los docentes votarán, en cada escuela, las distintas mociones que se propongan y el viernes 26 se realizará la asamblea provincial, en la que se decidirá si los maestros aceptan la oferta del gobierno; caso contrario, ese mismo día votarán las posibles medidas de fuerza.
“Creo que es una propuesta que va a ser rechazada por los docentes”, opinó Alesso. La ministra Rasino había insistido en que la oferta garantiza el poder adquisitivo de los maestros e incluso dejó abierta la posibilidad de que haya nuevos aumentos a medida que vaya creciendo la inflación. “Es un 7 por ciento para este mes con la posibilidad de que se siga avanzando; es el punto de partida”, explicó la ministra de Educación. Aunque aclaró luego que en el encuentro no hablaron sobre las cifras puntuales de lo que el gobierno ha dado en llamar “gradualidad”.
“Ofrecimos tener un espacio permanente de intercambio donde se analicen los ingresos de la provincia y hacer una progresión de los salarios para ir mejorándolos. Tenemos la perspectiva de que la economía irá mejorando y con ello el salario de los trabajadores. Nosotros generamos un espacio de paritaria y se trabajaron todos los requerimientos gremiales, por lo tanto creemos que es una buena oportunidad para que los maestros nos acompañen a sortear este momento que vive la provincia”, agregó Rasino.
Por su lado, Alesso se manifestó preocupada porque, dado el actual escenario, a mitad de año se revertirá una tendencia histórica: el sueldo mínimo de los docentes provinciales quedarán por debajo del mínimo fijado en la paritaria nacional, donde el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner acordó un aumento del 23,5 por ciento. Así, el salario inicial nacional será de 1.740 pesos –estaba en 1.490– y a mitad de año el aumento –siempre partiendo del piso– habrá superado los 350 pesos. “Aquí el 7 por ciento significa no llegar siquiera a los 150 pesos (de aumento)”, se quejó la dirigente gremial. “A mitad de año (el mínimo provincial) ya estaría por debajo por primera vez en la historia”.
Binner también se refirió al tema. “La paritaria no terminó, estamos en pleno diálogo”, dijo tras un acto realizado en la capital provincial ayer a la mañana, mientras docentes y ministros continuaban aún reunidos. “Hoy en Santa Fe (los docentes) están cobrando más que con el aumento del 23,5 por ciento que dio la Nación. Lo cual no quiere decir que no se lo merezcan; se merecen mucho más, pero hemos demostrado que el poder adquisitivo del salario del sector público en la provincia ha ido mejorando. Ha mejorado en 2008 con relación a 2007, ha mejorado en 2009 con respecto a 2008 y va a mejorar en 2010 con respecto a 2009”.
El gobernador agregó: “Estamos viendo el comportamiento de la inflación. En enero se ha incrementado el 1,5 por ciento, que es elevadísimo con respecto a lo que venía incrementándose antes. Todavía no tenemos el comportamiento de febrero, pero estamos convencidos de que habrá que hacer distintas modificaciones en el curso del año de acuerdo al costo de vida. Y lo vamos a hacer, como lo hemos realizado en anteriores oportunidades. Tener un 7 por ciento de arranque nos parece sumamente alentador”.
La titular de Amsafé le replicó a Binner, aunque también lo elogió: “Creo que el gobernador es un hombre comprometido con la escuela pública. Ahora, ese compromiso tiene que materializarse en hechos concretos. Aquí no estamos juzgando intenciones; nosotros somos trabajadores que defendemos el derecho a la educación. El docente no tiene la intención de hacer paro, pero se ve obligado a hacerlo cuando no llega a pagar los gastos de la canasta alimentaria, los aumentos de los impuestos, del transporte; no es un problema de intenciones, es un problema de necesidades concretas de los trabajadores de la educación que no podemos tener un salario de supervivencia”.
El secretario general de Sadop, Pedro Bayúgar, coincidió con Alesso: “Los sindicatos docentes unánimemente rechazamos por insuficiente este ofrecimiento, a la vez que interrogamos sobre algunos aspectos. Ante nuestro requerimiento sobre la actualización de las asignaciones familiares nos contestaron que no estaba previsto y que con el 7 por ciento se agotaba el ofrecimiento. Ante nuestra inquietud sobre el escalonamiento que seguía, nos contestaron que todo dependería del incremento futuro de la recaudación fiscal, sobre el que ellos no tomaban compromiso alguno”.
En un comunicado difundido ayer, Bayúgar sostuvo: “En la reunión rechazamos la propuesta y les recordamos (a los funcionarios de Binner) los incrementos de tasas, impuestos, servicios y precios de la canasta familiar”. Sadop reunirá a sus delegados el martes 23 en la ciudad de Santa Fe para evaluar el ofrecimiento del gobierno y decidir las medidas a tomar. En diálogo con El Ciudadano, Sonia Alesso agregó: “Le planteamos al gobierno la necesidad de rever esta propuesta y mejorarla: un gesto para resolver lo que, entendemos, va a ser una situación muy conflictiva”.
—¿Y qué les respondieron?
—Que el 7 por ciento es lo que pueden plantear ahora. Lo que sí pueden rever es lo que venga posteriormente. Pero no es lo que nosotros aspiramos; nosotros queremos una revisión general de la propuesta.
—Con este escenario, ¿comienzan las clases el 1º de marzo?
—Yo creo que no, pero es una opinión personal. Los que van a decidir si comienzan las clases son los maestros en las escuelas. Creo que el horizonte es muy conflictivo.