El padre de Walter Cáceres, el chico de 14 años asesinado dos semanas atrás en la emboscada ocurrida en barrio Las Flores sobre los micros de Newell’s que volvían de Buenos Aires, y el líder de la barra brava leprosa, Diego Panadero Ochoa, prestaron declaración testimonial en sede policial sobre los hechos, informó el abogado de ambos, Hernán Tasada.
Según esta versión, tanto Juan Carlos Cáceres como el Panadero dijeron en la División Judiciales de la UR II no tener sospechas sobre alguien en particular con respecto a los autores del ataque. “Ochoa hizo el relato del viaje: contó que venía en el micro blanco, el que sufrió la pinchadura, y que pasó al menos media hora hasta que el otro colectivo, el amarillo, regresó a buscarlos. En ese momento se desató el ataque, que fue unilateral, ya que no se repelió la agresión. Pero mi cliente sólo vio los fogonazos, las ráfagas, como si hubieran sido de pistola ametralladora”, describió Tasada, quien por otro lado negó que el Panadero hubiese estado detenido en Buenos Aires por portación de arma antes del partido contra Argentinos. “Es una pistola que tiene hace mucho, que está registrada a su nombre y tiene permiso de tenencia, aunque no de portación. Pero como el arma estaba por un lado y el cargador por el otro, no hay delito”, sostuvo el abogado.
Según el letrado, a su turno Cáceres dijo ante el sumariante que se excedió en las declaraciones públicas hechas tras el asesinato de Walter. “Dijo que fue en un momento de dolor e irritación, shockeado por el tema de su hijo; que ponía en manos de la Justicia la misión de encontrar los verdaderos responsables. Pero no dijo nombres ni sobre quién sospechaba”, cerró Tasada.