El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ex presidente del conglomerado de bancos esa entidad financiera, Rodrigo Rato, declaró ayer en calidad de imputado ante el juez que instruye una demanda contra Bankia, cuyo rescate público de 23.500 millones de euros precipitó una ayuda europea a España. Rato fue el último de 33 responsables que comparecieron desde el 5 de noviembre pasado.
Cuando llegó a la sede de la Audiencia Nacional, Rato se encontró con una manifestación de indignados, que reclamaron “que pague la crisis quien la ha creado”.
Ya el miércoles pasado, un grupo de personas afectadas por pérdida de dinero invertido con las participaciones preferentes en Bankia, pedían su dinero a las puertas del tribunal. El escándalo de las preferentes se levantó en los bancos y cajas españolas al demandar algunos clientes su dinero por considerar que no fueron bien informados, que hubo “mala praxis”, en palabras del ministro de Economía español, Luis de Guindos, o que el producto fue comercializado en forma irregular.
La jornada levantó gran expectativa y la comparecencia de Rato fue uno de los temas más comentados en Twitter con la etiqueta #CárcelPaRato.
La Justicia anunció el 4 de julio pasado la apertura de una causa contra Bankia, su matriz BFA y 33 responsables del banco, Rato entre ellos, por estafa, apropiación indebida, delitos contables, falsedad documental y administración desleal. Un total de cuatro demandas fueron presentadas contra el banco, surgido a finales de 2010 de la unión de siete cajas de ahorros en dificultades, la más antigua de las cuales era Caja Madrid, y sus dirigentes, por el partido centrista UPyD, el grupo de extrema derecha Manos Limpias, el colectivo Democracia Real Ya y los indignados.
La fiscalía anticorrupción española ya abrió una investigación preliminar sobre eventuales fraudes cometidos en la creación de Bankia y su introducción en bolsa.