Lo peor del temporal del miércoles quedó superado definitivamente ayer. En Rosario, antes de las 13 ya no había evacuados en el predio de la ex Rural. En Villa Gobernador Gálvez, en tanto, sólo quedaba un grupo de 84 personas que pretendían elementos de construcción para reocupar los terrenos usurpados en abril; en Pérez aún quedan rastros de la inundación y se reflotó el reclamo por obras, prometidas hace una década. En tanto, en Roldán, había unas 180 personas evacuadas que hasta la tarde de ayer no podían regresar a su hogar por el agua. “Espero que el tiempo ayude y las máquinas puedan retirar el agua que queda en varias zonas de la ciudad. Si esto pasa, podremos pasar una Navidad en paz y mañana (por hoy) la gente podrá volver a su casa”, se ilusionó el intendente José María Pedretti.
Sin evacuados
La situación en Rosario fue una de las más organizadas de la zona. Desde el miércoles por la noche se montó un operativo de rescate que terminó asistiendo a unos 450 evacuados en la ex Sociedad Rural. Allí recibieron asistencia médica y alimenticia durante toda la jornada y en la mañana de ayer los trabajadores y colaboradores recibieron el aval de Defensa Civil para que los refugiados vuelvan a su hogar.
“La noche del miércoles fue totalmente tranquila. Y ya a las 9 de la mañana del jueves había 230 personas y recibimos el llamado para que puedan organizarse y volver a su casa. Afortunadamente pudimos atenderlos muy bien, recibieron todas las comidas y luego de desayunar bien regresaron al barrio”, explicó María de los Ángeles Zelaya, desde la Dirección de Promoción Social y la Dirección de Infancia y Familia.
Emergencia hídrica
Las inundaciones en la localidad vecina de Pérez llegaron a tener a 200 evacuados y sobre esta situación su intendente, Alejandro Marinsaldi, reclamó las obras prometidas en los últimos diez años.
“Si no se hacen vamos a seguir sufriendo estas consecuencias e incluso aún peores porque cada vez las precipitaciones son más y puede ser sumamente grave para la ciudad, cuando con estas obras podríamos reducir en un 50 por ciento el caudal de agua que ingrese a la ciudad”, explicó Marinsaldi.
Tras firmar el decreto que declaró la Emergencia Hídrica en la ciudad, el intendente comentó: “Nuestro inconveniente empezó con la cantidad de lluvia caída pero también se acentúa ahora cuando empiezan a bajar las aguas de manera estrepitosa, con mayor fuerza. Por lo menos por 24 horas más no se podrá poner en funcionamiento la segunda bomba desagotadora”. Después de solicitar colaboración al gobierno de la provincia, prometieron enviar fondos para colaborar en la solución de este problema que llevará unos días hasta volver a la normalidad.
Pelea por los terrenos
En Villa Gobernador Gálvez, por su parte, la vuelta a casa fue mucho más compleja. Hasta el mediodía de ayer Diego Garavano, secretario de gobierno de la ciudad vecina, explicó a este medio que del gran número de evacuados que tuvieron ante el temporal, aún quedaban 85 personas sin querer regresar porque no aceptaban la ayuda que el gobierno les brindaba frazadas, comida y colchones. “Ellos quieren que además de esta ayuda, que brindamos entre este municipio y Promoción Social de la Nación, le sumemos chapas, tirantes, escombros y tierra para poder elevar el terreno de su vivienda. El problema es que estamos hablando de los terrenos ocupados desde abril. Hacer caso de esta demanda sería avalar la estadía de estas personas en dichos lotes”, advirtió Garavano.
Asimismo, comentó que hasta la tarde de ayer había sectores de la ciudad bajo agua: “El agua no corre rápido y ya tenemos varias máquinas trabajando para quitarla, tendremos que esperar un poco más”.
Siete bombas a pleno
En Roldán, su intendente José María Pedretti se mostró preocupado porque aún al mediodía de ayer seguían trabajando siete bombas de achique para escurrir las aguas y las mejoras tardaban en llegar. “El suelo está saturado, ya no filtra y aún seguimos con 180 evacuados de los 280 que se reunieron el miércoles por la noche”, relató el intendente, mientras anhelaba que en las últimas horas de ayer algunos ya pudieran volver.
Por otra parte, aprovechó la oportunidad para volver a proponer una represa en la zona. “Si cerramos el sur de Roldán, el norte de Pujato y sur de San Jerónimo podremos tener una represa como la del Ludueña pero más chica y librar el agua que allí quede de acuerdo a nuestras necesidades. Mientras esto no se haga seguiremos siendo el reservorio de Rosario”, afirmó.