Un chico de 12 años perdió la vida ayer al disparársele el arma de fuego con la que jugaba. El lamentable hecho ocurrió en el barrio Roque Sáenz Peña, de la zona sur de la ciudad.
La víctima, identificada como Tomás M., manipulaba un arma de fuego perteneciente a su padre cuando accidentalmente se le escapó un tiro que lo hirió en la cabeza y le causó la muerte.
El desafortunado suceso ocurrió en la vivienda familiar, ubicada en Pasaje Aguirre al 6000. Las heridas fueron producidas por una pistola calibre 9 milímetros, según consignó la policía.