Un total de 292 pequeños y medianos comercios de al menos 40 ciudades de distintos puntos del país fueron blancos de robos este jueves y viernes, lo que implicó pérdidas de 26,5 millones de pesos, de acuerdo con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came).
La entidad indicó que si bien es difícil estimar las «pérdidas reales», ya que además de los saqueos y destrozos «miles de comercios cerraron sus puertas por precaución» justo en los días de mayores ventas del año, lo cierto es que «las pérdidas son cuantiosas».
Según la información recolectada por Came, «en 40 de las ciudades afectadas, hubo 292 comercios robados con pérdidas estimadas en 26,5 millones de pesos».
Pero la cantidad de comercios afectados «superaría los 500» cuando se agregan locales comerciales que, si bien no fueron saqueados, quedaron expuestos a roturas de vidrios y otro tipo de daños significativos, informó la entidad empresaria.
La cámara señaló, además, que «el costo real del vandalismo del jueves y viernes se multiplica» cuando se computan impactos como las pérdidas de ventas ocasionadas por el cierre temporario de muchísimos negocios y los refuerzos en personal de seguridad que debieron hacer pequeños locales, ubicados en zonas afectadas, por temor a que se repitan los actos violentos.
«La situación de los comercios pequeños y medianos es delicada porque la mayoría de ellos no están preparados con personal de seguridad como para enfrentar este tipo de situaciones. A su vez, las fuerzas de seguridad oficiales, se concentran mayormente en proteger los grandes negocios, que de por sí cuentan con sistemas de protección propios», señaló la Came.
Y agregó que «frente a la dimensión de los actos y el nerviosismo reinante, es urgente e indispensable que se destine personal de seguridad a reforzar la seguridad de los comercios más chicos y darles un clima de tranquilidad en esta fecha tan importante para el comercio».
En base a datos brindados por cámaras de comercio regionales y otras instituciones, la Came sostuvo que «los saqueos han abarcado todo tipo de rubros, desde alimentos y bebidas hasta zapaterías, farmacias, regalerías, indumentaria, o electrónicos», mientras que «hubo comercios que perdieron toda la mercadería que tenían en stock para las fiestas».
«Los robos no solo involucraron la mercadería, sino instalaciones como cajas registradoras, maniquíes, computadoras, el dinero de caja y objetos del personal del local. También es llamativo cómo en ocasiones no se robaron nada sino que, simplemente, los saqueadores se limitaron a destruir el local con todo su contenido, lo que habla de la violencia de estos actos», destacó.