El Concejo Municipal aprobó ayer un proyecto de ordenanza que prohíbe las cinchadas en la ciudad. La iniciativa fue presentada por Encuentro Proteccionista “Diane Fossey” y obtuvo consenso de distintos bloques políticos. Con este proyecto, Rosario será pionera en la lucha contra la actividad ilegal que maltrata y castiga animales.
“La realización de las cinchadas constituye la ejecución de una acción ilegal que es necesario acabar. Son reiteradas las denuncias de maltrato animal y competencias prohibidas por parte de vecinos y entidades defensoras de los derechos del animal. Por ello es necesario poner fin a una actividad que el municipio no puede o no sabe como terminar”, indicó la concejala Julia Bonifacio (PRO) al respecto.
Bonifacio, quien además se desempeña como presidenta de la comisión de ecología del Palacio Vasallo, dijo que si bien la actividad es ilegal, en algunos asentamientos de Rosario se trata de un entrenamiento frecuente. “Algunas veces los caballos quedan en tan malas condiciones que es necesario sacrificarlos”, señaló.
Además, la edila destacó que la ciudad sigue padeciendo el problema de la tracción a sangre. “Los caballos deben dejar de ser usados como medio de transporte para el cirujeo. El municipio debe eliminar la tracción a sangre e instrumentar alternativas laborales para los carreros”, sostuvo.
Bonifacio aclaró que Rosario debe incorporar una ordenanza que establezca a nivel municipal la adhesión a lo estipulado en la Ley Sarmiento. “La ley nacional 14.346 establece la protección al animal y la prohibición de juegos de apuestas y la ciudad no puede seguir admitiendo la persistencia de competencias cruentas e ilegales”, detalló.
Entre los aspectos del proyecto se destaca que la Dirección General de Control urbano será la encargada de elevar las actuaciones producidas a los Tribunales Provinciales. “El tribunal de faltas tomará intervención en función de las actas realizadas y decidirá conforme a las circunstancias”, dijo la edila.
Por otra parte, se informó que aquellos animales que sean incautados no podrán ser devueltos a sus propietarios y quedarán alojados en los corrales de Control Urbano para luego ser atendidos por un médico o veterinario.