La presidente Cristina Fernández denunció esta noche que los saqueos que se registraron en varios puntos del país fueron «provocados» para «desestabilizar» a su Gobierno y le apuntó a sectores «políticos y sindicales».
«Lo que se intentó hacer es una versión decadente, una mala copia de lo que sucedió en otros momentos históricos del país. Este es un manual de instrucciones: saqueo, violencia y desestabilización del Gobierno que tiene su historia», apuntó la mandataria.
En este sentido, Cristina denunció que «hay sectores que al no poder conciliar con los votos recurren a esto» y aseguró que «se quiso parodiar lo que había sido el 19 y 20 de diciembre cuando el país realmente se incendiaba».
«Se intentó hacer lo mismo en este escenario político que no tiene absolutamente nada que ver. Pero supongamos que no hubiéramos creado puestos de trabajo, que no tengamos AUH, si no tuviéramos las netbooks… ¿Ustedes vieron en algún otro lugar del mundo esto? No. La gente protesta porque es legítima (la protesta) , pero los saqueos y la articulación de sectores políticos y sindicales con sectores de marginalidad no tiene nada que ver con la política ni con el peronismo», apuntó.
Y le pidió «a quienes no están de acuerdo» con su Gobierno que lo hagan «en paz, sin violar los derechos de los ciudadanos, sin robarle a los comerciantes, que formen un partido político y que vayan a elecciones» pero que «no utilicen la marginalidad».
Finalmente, la mandataria cuestionó a gobernadores e intendentes que «tanto se preocupan por 2015 pero no se preocupan por lo que esta pasando en 2012» y advirtió que «eso de llevar a la Gendarmería de uno a otro lado al otro cuando cada provincia tiene su policía es algo que tiene que empezar a cambiar».
El acto de la mandataria, el primero tras el receso de Navidad y los saqueos de la semana pasada, debió interrumpirse por algunos segundos luego de que uno de los invitados sufriera una «lipotimia», por lo que debió ser atendido por médicos de la Casa Rosada.