El presidente del gobierno español, el derechista Mariano Rajoy, advirtió ayer que su país tiene un año “muy duro” por delante en 2013 y que su economía seguirá en recesión, al tiempo que ratificó el rumbo económico de ajuste y reformas y reiteró que no piensa pedir ayuda financiera a Europa. Menos mal que se guardó una esperanza: estimó un posible repunte de la economía para el segundo semestre del año próximo.
“Tenemos todavía por delante un año muy duro, especialmente en su primera mitad, y tenemos que perseverar en las reformas que hemos emprendido”, manifestó Rajoy en una rueda de prensa en La Moncloa, la sede del gobierno, convocada para hacer balance de este año de gobierno.
“La economía seguirá en recesión algún tiempo”, señaló Rajoy, quien tras llegar al poder, en diciembre de 2011, llevó adelante un profundo e impopular plan de ajuste por decenas de millones de euros que logró frenar un poco las presiones de los mercados sobre la deuda soberana pero agravó la contracción de la economía.
El líder del Partido Popular (PP) aseguró que comprende “la impaciencia, el escepticismo y hasta la decepción” de muchos españoles por la situación económica en la que se encuentra España y por las reformas y ajustes emprendidos por el gobierno, informó la agencia de noticias DPA.
“Pero estamos haciendo lo que es inevitable hacer”, defendió, argumentando que el país estaría peor de no haber tomado las medidas que ha tomado y que es consciente de que no gustan a los ciudadanos. Pidió a los españoles “comprensión y solidaridad”.
Comprensión, dijo, “con la necesidad de aplicar unas medidas que a nadie gustan” y solidaridad “para entender que todos tenemos que aportar algo del sacrificio común”.
El jefe del Ejecutivo solicitó además a sus compatriotas unidad, y sumar esfuerzos “para evitar todo lo que nos distrae de la salida de la crisis” económica.
El jefe del Ejecutivo español manifestó no obstante que la economía comenzará a mejorar en la segunda mitad de 2013.
Rajoy reiteró: “No tenemos pensado pedir al Banco Central Europeo (BCE) que intervenga en el mercado secundario comprando bonos” españoles, instrumento que le parece “útil” y que no descarta utilizar “en el futuro”.
El presidente del gobierno expresó asimismo su disposición a dialogar con el gobierno regional de Cataluña sobre sus aspiraciones soberanistas en el marco del respeto a la ley.
El nuevo gobierno catalán, formado por dos fuerzas nacionalistas, planea celebrar un referendo independentista en 2014, una iniciativa que Madrid ya prometió bloquear con todos los medios legales a su alcance.