En la que calificaron como la movilización previa al inicio de clases más importante de los últimos cinco años, alrededor de dos mil docentes (según los organizadores) nucleados en la Asociación de Magisterio de Santa Fe (Amsafé) marcharon ayer por el centro de la ciudad volviendo a expresar diversos reclamos que le vienen realizando al gobierno provincial, que tienen como eje la cuestión salarial. Si bien la marcha estaba prevista con anterioridad, llegó justo un día después de que la gestión que encabeza Hermes Binner les ofreciera formalmente en paritarias a los docentes un incremento del siete por ciento a partir de febrero y una segunda etapa de aumentos graduales que, al menos por ahora, no fueron precisados. “Con esta propuesta el gobierno está empujando el no inicio del ciclo lectivo, en estas condiciones no se inician las clases”, sostuvo tajante ayer el titular de Amsafé Rosario, Gustavo Terés, quien suele redoblar la apuesta en su discusión interna con la conducción provincial. El gobernador Hermes Binner aseguró que ese porcentaje es el que puede pagar hoy el Estado provincial, mientras que su ministro de Economía, Ángel Sciara, abrió una puerta a los maestros al asegurar que “el monto final del aumento es un monto que seguramente va a ser mucho más alto que el 7 por ciento” (ver aparte).
A las 9.30 una nutrida columna de docentes –a los que acompañaron algunas organizaciones sociales y políticas– que se extendió por más de dos cuadras partió desde la plaza Pringles y circuló hasta desembarcar en la plaza San Martín. Bien enfrente del edificio de Gobernación, los discursos se fueron sucediendo con marcadas críticas a la gestión Binner. En el improvisado escenario hablaron primero Jorge Acedo, titular de ATE, y Laura Ferrer, secretaria general de la Asociación Gremial de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Rosario. Tras ellos, quien cerró las alocuciones fue Terés.
Si bien la movilización se llevó a cabo justo al día siguiente que el gobierno provincial se reuniera con la cúpula de los cuatro gremios del sector –Amsafé, el Sindicato Argentino de de Docentes Privados (Sadop), la Unión de Docentes Argentinos (UDA) y la Asociación de Magisterio de Escuelas Técnicas (Amet)– para anunciarles el ofrecimiento formal de un incremento salarial del 7 por ciento retroactivo a febrero y la promesa de subas acordes a la inflación el resto del año, Terés aclaró que la protesta ya estaba prevista de antemano tras un plenario donde 200 delegados la habían aprobado. “Nosotros desde Amsafé Rosario ya habíamos organizado la marcha con anterioridad planteando un reclamo en donde el aumento que pedimos es superior al 25 por ciento. Y la verdad que esta movilización está potenciada por la actitud del gobierno de dar ese número de aumento. Los docentes ven a esta cuestión como una provocación”, explicó a este diario el dirigente.
Según Terés, “con esta propuesta el gobierno está empujando el no inicio del ciclo lectivo, en estas condiciones no se inician las clases. Digo lo que dicen los maestros, la propuesta en esos términos ni siquiera va a ser analizada, hay un rechazo unánime de todos los docentes de la provincia. Esperamos una propuesta distinta a la que está planteada”.
—¿Está en condiciones hoy el gobierno de ofrecer un aumento mayor?, indagó El Ciudadano.
—Nosotros creemos que hay condiciones económicas y financieras para hacer una propuesta distinta a la que se está planteando. Los salarios no pueden ser variable de ajuste, no generan inflación, y el gobierno tiene recursos para una mejor propuesta. Tiene la posibilidad de endeudarse por una cantidad de dinero, ha aumentado la recaudación y han venido mayor cantidad de fondos en concepto de coparticipación de lo que estaba planteado. Y también hay un crecimiento de la economía que va a ser superior de lo que dice el presupuesto.
Además, explicaron que el martes que viene los delegados departamentales presentarán la propuesta en cada localidad; entre el miércoles y el jueves los docentes votarán en cada escuela las distintas mociones y el viernes 26 se realizará la asamblea provincial, en la que se decidirá si los maestros aceptan la oferta del gobierno; caso contrario, ese mismo día votarán las posibles medidas de fuerza.
El fuerte rechazo expresado por Terés a la propuesta del gobierno coincide con el malestar del sector. Ayer, desde la conducción de Amsafé provincial se manifestaron preocupados porque que a mitad de año se revertirá una tendencia histórica: el sueldo mínimo de los docentes provinciales quedará por debajo del mínimo fijado en la paritaria nacional, donde se acordó un aumento del 23 por ciento que llevó el salario a 1.740 pesos . “Aquí el 7% significa no llegar siquiera a los 150 pesos (de aumento)”, se quejó Alesso, la titular del sindicato a nivel provincial. “A mitad de año (el mínimo provincial) ya estaría por debajo por primera vez en la historia”, agregó.