«Con esto estamos asegurando un derecho fundamental, que es el derecho a la identidad, para todos los argentinos, y dejamos atrás una larga historia de abandono y desidia, que representaba ese calvario de esperas interminables para tener algo tan básico como un documento, especialmente para la gente del interior», comentó a Télam el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
El nuevo sistema prevé además la apertura de centros de confección rápida en todas las capitales provinciales y el funcionamiento de unidades móviles, montadas sobre camiones, para llegar a los lugares más alejados del país.
Desde su puesta en marcha, el 12 de diciembre pasado, hasta la fecha «han ingresado al Centro de Producción ubicado en el barrio de Parque Patricios de la Capital Federal alrededor de 660.000 solicitudes de trámites de DNI, de las cuales ya se han emitido más de 500.000 documentos», precisó Randazzo.
«El sistema fue desarrollado en forma total con recursos financieros y personal del Estado, y eso nos permitió eliminar viejas prácticas de sobreprecios y bajar enormemente los costos: el presupuesto anterior para hacer los mismos documentos era de 1.200 millones de dólares, pero ahora nos sale 18 millones de dólares. Como se ve, una baja notable», comentó.
Los nuevos DNI, que se entregan en un plazo máximo de cinco días a partir de su solicitud, tiene dos formatos, el DNI libreta y el DNI tarjeta, «que es mucho más cómodo y práctico y se puede utilizar para todos los trámites, excepto para el voto, y en caso de pérdida se puede renovar individualmente», explicó.