Una mujer de 32 años, embarazada de 6 meses, fue asesinada a puñaladas en la madrugada de ayer en su casa, ubicada en la ciudad de Vera, al norte de la provincia, y por el asesinato fue detenido su marido, un empleado del Servicio Penitenciario, de 40 años. Fuentes policiales indicaron que fue una de las hijas de la víctima quien avisó del hecho a un vecino que volvía caminando a su casa luego de terminar su jornada de trabajo en un carro de venta de hamburguesas.
El hecho se conoció cerca de las 4 de ayer, cuando personal de la comisaría 1ª de Vera recibió un llamado telefónico de un conocido comerciante del centro verense, quien dijo que una niña afirmaba que su madre había sido asesinada en su casa, ubicada en Santa Fe al 2100 de esa ciudad.
Ante esto, varios patrulleros fueron al lugar y hallaron a la mujer, identificada como Andrea Viviana Ortiz, de 32 años, muerta en el piso de una de las habitaciones, sobre un gran charco de sangre.
Voceros policiales indicaron que una de las hijas de la mujer, de 8 años, fue quien encontró el cuerpo. Al parecer, la menor estaba durmiendo en uno de los cuartos y se despertó al escuchar ruidos extraños, y de esa forma encontró el cuerpo de su madre tendido en el piso. Tras esto, salió a la calle a pedir ayuda, y de esa forma se topó con un hombre que volvía a su casa luego de estar vendiendo hamburguesas en un carrito ubicado en la plaza principal de Vera, afirmó un vocero.
Un médico policial constató que la víctima estaba cursando el sexto mes de embarazo y que había sido asesinada por entre 20 y 30 puñaladas, realizadas con un arma blanca de “poco filo”.
Enterados del violento episodio, desde el Juzgado de Instrucción en turno de Vera se ordenó buscar al marido de la mujer, un suboficial del Servicio Penitenciario que presta servicio en la Unidad Penal Nº 10, de Santa Felicia, mientras que personal de la Policía Científica realizó peritajes en la vivienda.
Fuentes del caso indicaron que el marido de Ortiz, identificado como Adrián Marcelo V., de 40 años, quien revista como suboficial del Servicio Penitenciario, recibió la noticia y viajó de inmediato a Vera.
Se presentó en la Jefatura de la Unidad Regional XIX, donde quedó detenido en forma preventiva, ya que se hallaron manchas de sangre en el auto particular del agente y también dentro del rodado. Además, se secuestraron varias de sus prendas de vestir, que al parecer también tienen restos de sangre, apuntaron los voceros.
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