El británico Andy Murray jugará el domingo la final del Australian Open contra el serbio Novak Djokovic, tras derrotar en semifinales en cinco sets al suizo Roger Federer 6-4, 6-7 (5/7), 6-3, 6-7 (2/7) y 6-2, este viernes en Melbourne.
El tercer jugador del ranking mundial jugará su sexta final de un torneo de Grand Slam e intentará lograr su segundo título importante, tras ganar el pasado US Open, sin contar el oro logrado en los pasados Juegos Olímpicos de Londres 2012.
La repetición de la final entre Murray y Djokovic en un Grand Slam, como en el US Open, tiende a confirmar que el tenis vive un cambio de era y de jerarquía con la aparición de una nueva rivalidad, que parece querer relevar a la de Federer y el español Rafael Nadal, últimamente relegado por lesiones.
Murray y Djokovic, ambos nacidos en 1987 y que solo se llevan siete días de diferencia, se enfrentaron en siete ocasiones el año pasado, en partidos muy apretados en su mayoría, y se vuelven a encontrar en el primer torneo importante de 2013.
Mientras que Djokovic se clasificó el jueves con una fácil victoria sobre el español David Ferrer (6-2, 6-2 y 6-1), Murray perdió contra Federer sus dos primeros sets en el torneo, aunque acabó venciendo a un suizo que solo pudo ganar sus dos mangas en el tie-break.
Murray dominó el partido, dictando el juego con un servicio más potente y una buena actuación cuando le tocaba restar los saques de su rival.
El partido pudo terminar antes, ya que Murray sacó para ganar la semifinal con 6-5 a su favor en el cuarto set. Pero Federer tomó más riesgos en el resto para aplazar la victoria del escocés e imponerse en el segundo tie-break del partido.
Pero el suizo, que había ganado ya en cinco sets contra el francés Jo-Wilfried Tsonga en cuartos de final, acusó el golpe físicamente y Murray se aprovechó para tomar ventaja rápidamente en la decisiva quinta manga.
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