La XII Cumbre de la Organización de la Cooperación Islámica (OCI) arrancó ayer en El Cairo, Egipto, con la guerra en Siria, la intervención de Francia en Mali y los asentamientos israelíes en Palestina como temas prioritarios de su agenda.
El presidente egipcio, Mohamed Mursi, anfitrión del cónclave, afirmó en la inauguración que el principal problema de los tantos desafíos que afrontan los países musulmanes es el palestino.
“Uno de los objetivos más importantes de nuestra organización es apoyar la lucha del pueblo palestino”, afirmó Mursi, quien agregó que la paz en los territorios palestinos es fundamental para la estabilidad de Medio Oriente.
En el mismo sentido, el presidente palestino, Mahmud Abbas, insistió en que su país acudirá a las instituciones internacionales si Israel continúa su política de ampliar los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este.
Sobre la cuestión siria, Mursi pidió que apoyen la iniciativa de paz lanzada por Egipto, con distintos países, para resolver la guerra en Siria. “Abrimos un diálogo con bloques regionales para llegar a una solución para la crisis en Siria y pido a todos los miembros en la organización que apoyen estos esfuerzos y a los sirios que unan sus filas”, dijo Mursi en su discurso de apertura.
Mursi expresó el apoyo de Egipto a la Coalición para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria (Cnfros) e instó a los grupos opositores que están fuera de la alianza que coordinen con ella un proyecto común para construir un proceso democrático.