Ya con la aceptación de que hay inflación en el país, la idea del gobierno es ahora frenar la suba de precios a través de un aumento de la inversión y la producción. La semana pasada lo explicaron claramente el ministro de Economía Amado Boudou y la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont. “Nosotros nos queremos preocupar del tema de la estabilidad de precios pero desde una mirada distinta, no de la vieja mirada más ortodoxa, sino de qué es lo que está pasando por el lado de la oferta, donde hoy en la Argentina pueden aparecer las tensiones en materia de precios”, aseguró el flamante presidenta de la autoridad monetaria cuando presentó junto a Boudou, el Consejo Económico para atender temas inflacionarios.
El diagnóstico y la receta suenan perfectos. Pero la solución encuentra algunas trabas para ser llevada a la realidad ya que hoy los empresarios coinciden con que reina la incertidumbre a mediano plazo, letal para las grandes inversiones.
De cualquier forma, cada sector económico es prácticamente víctima de una situación diferente aunque la consecuencia de todas sea el aumento de precios. Por eso, desde diferentes cámaras se acercan al gobierno planes distintos para combatir la inflación.
Esta semana será clave en la recepción de esos proyectos. La presidenta Cristina de Kirchner se reunirá con empresarios para evaluar la realidad de más de 30 sectores industriales. Antes, pretende tener en carpeta soluciones posibles o respuestas que pueda darle a los empresarios cuando desplieguen la lista de problemas con los que se encuentran a la hora de fijar precios.
No es una tarea fácil. Los sectores en los que el gobierno pretende comenzar a intervenir son muy disímiles. Van de textiles a electrodomésticos, de alimenticios a siderurgia, entre otros, todos con diferentes necesidades.
Por eso, entre las alternativas que ya se barajan en diferentes dependencias oficiales (Economía, BCRA, Agricultura, Industria), la colaboración del gobierno también sería diferente por sector. Se habla tanto de flexibilizar el acceso a créditos baratos como de subsidios. Esta semana lloverán decenas de planes antiinflación desde todas partes.
Boudou explicó también que en el tema de la inflación hay que “evitar la mirada simplista” al momento de buscar respuestas. En ese marco, y en paralelo a las ideas que presentan otras dependencias del gobierno, se suman más planes antiinflación como los ya conocidos acuerdos del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que si bien salvaron el incendio repentino de precios en algún momento, no lograron frenar las subas en forma permanente y generaron entre los empresarios más enemistades que potenciales colaboradores.
Para esta oficina se destinó al sector cárnico, hoy en lo más alto del ranking de aumentos con hasta 50 por ciento de alzas en algunos cortes. Su idea sería la de persuadir a los carniceros, frigoríficos y productores a cumplir con una medida que permita mantener los precios de la carne más barata y hacer los ajustes en los cortes de alta calidad.
Luego, como ya viene haciendo desde hace más de cinco años, Moreno será el encargado de volver a negociar con las grandes cadenas de supermercados, el congelamiento de precios de algunos productos de primera necesidad.
Los inconvenientes más importantes se verán en el sector de servicios públicos o grandes rubros donde hay oligopolios. Aumentos en la electricidad, gas, medios de transporte y salud, impactan fuertemente en la canasta básica y las inversiones necesarias en ese tipo de empresas son realmente millonarias y a largo plazo. En estos casos, es difícil que funcione la presión de un funcionario sobre un ejecutivo si no hay seguridad jurídica que respalde la decisión.