Varios buzos rastrean el fondo de un lago ruso, en busca de fragmentos de un meteorito que cayó la víspera en la Tierra como una bola incandescente y cuyas ondas de choque dejaron unos 1.200 heridos, provocando daños en miles de hogares en Rusia.
Este meteorito de unas 10 toneladas atravesó el cielo de los Urales el viernes por la mañana, cuando el mundo se preparaba para un encuentro con un gran asteroide, luego del cual algunos responsables rusos pidieron la creación de un sistema mundial de defensa de objetos espaciales.
La sorpresiva caída del meteorito detuvo el tránsito en la ciudad industrial de Chelyabinsk, cuyos habitantes salieron a las calles para contemplar los destellos luminosos antes de buscar refugio mientras un estallido quebraba los vidrios de las ventanas y activaba las alarmas de los automóviles. Numerosas personas fueron heridas a causa de los trozos de vidrio.
«Tenemos un equipo especial (…) que ahora está evaluando la estabilidad sísmica de los edificios», dijo a los vecinos el ministro de Situaciones de Emergencia Vladimir Pushkov, mientras inspeccionaba los daños en esta ciudad del centro de Rusia.
«Tendremos mucho cuidado al encender nuevamente el gas», afirmó Pushkov en la televisión.
Un fragmento del meteoro –llamado meteorito una vez que toca el suelo– aparentemente cayó en las heladas aguas del Lago Shebarkul, en la región de Chelyabinsk.
«Un grupo de seis buzos inspeccionará las aguas en busca de trozos de un meteorito», dijo una portavoz del ministerio de Situaciones de Emergencia a las agencias de noticias rusas poco antes de que comenzara esa operación.
Sin embargo, Pushkov subrayó que no se descubrieron fragmentos en ninguna parte de la región hasta el momento, a pesar de que se enviaron unos 20.000 socorristas a la región el viernes.
La explosión de este meteoro parece ser uno de los acontecimientos cósmicos más asombrosos ocurridos sobre Rusia desde 1908 en Tunguska, cuando se produjo una gran explosión que muchos científicos adjudican a un asteroide o a un cometa que atravesó el cielo de Siberia.
Los científicos de la agencia espacial estadounidense NASA consideraron que la cantidad de energía liberada el viernes en el impacto con la atmósfera fue unas 30 veces superior a la fuerza de la bomba atómica lanzada por los norteamericanos contra la ciudad japonesa de Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial.
«Nosotros esperaríamos que un acontecimiento de esa magnitud tuviera lugar una vez cada 100 años en promedio», afirmó Paul Chodas de la Oficina de Programación de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA.
«Cuando hay una bola de fuego de este tamaño esperamos que numerosos meteoritos lleguen a la superficie y en este caso probablemente hubo algunos grandes», dijo en un comunicado publicado en el sitio web de la NASA.
La caída del meteorito en Rusia tuvo lugar pocas horas antes de que un asteroide -un objeto espacial similar a un pequeño planeta en órbita alrededor del Sol- pasó cerca de la Tierra, a una distancia sin precedentes de 27.000 km.
Eso significa una distancia menor de la Tierra que algunos satélites distantes y creó alarma en ciertos círculos rusos.
«En lugar de luchar en la Tierra, la gente debería crear un sistema conjunto de defensa de los asteroides», afirmó el jefe del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento ruso, Alexei Pushkov, en su cuenta de Twitter.
Este estrecho aliado del presidente ruso Vladimir Putin instó a «Estados Unidos a unirse a nosotros y a China creando un Sistema de Defensa contra Asteroides».