A ciertos políticos argentinos de uno y otro bando les sienta al dedillo parafrasear el título de aquella comedia magistral de Shakespeare: “Más el ruido que las nueces” o, “Mucho ruido por nada”. Si el autor de aquellas fenomenales obras campeara por los centros informativos de la Argentina o la Santa Fe de nuestros días, ya le hubiera presentado al público algún sainete en torno de las muchas críticas y pocos proyectos que distingue a buena parte del mundillo político. Actitud que sirve no para risa, claro, sino para angustia, por eso la imaginada obra lejos de ser una comedia sería un verdadero drama, tan verdadero como el que vive a cada instante el ciudadano común de nuestros días, enojado espectador con los mamarrachos políticos que algunos, por obra y gracia de quién sabe qué magia, tornan en magníficas obras.
En la semana que pasó hubo dos sucesos en la vapuleada Santa Fe que impactaron: uno, la renuncia de la diputada (hoy ex legisladora) María Eugenia Bielsa, y el otro la declaración del periodista y político Carlos Del Frade, quien señaló a Rafael Bielsa, ex canciller y titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), como la fuente que suministró la mala información sobre que el ex viceministro de Seguridad, Marcos Escajadillo, estaba involucrado en una causa por narcotráfico. Alrededor de estas dos cuestiones hubo especulaciones, las seguirá habiendo y no se puede dejar de considerar los intereses políticos existentes en torno de ellas.
Más allá de ciertos comentarios, opiniones y expresiones de bares y cafetines (muchos de ellos al servicio de unos y otros actores), en la Casa Rosada el enojo con la ex diputada provincial María Eugenia Bielsa no se disimula. Es que, como se sabe, la ex legisladora se comunicó con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para ponerla en conocimiento de su decisión de renunciar y la primera mandataria trató de disuadirla. Le expresó que ella era una pieza importante en el armado político santafesino y le pidió, según fuentes de la propia Casa Rosada, que si la decisión era indeclinable se retirara prudentemente, sin formular críticas. Los deseos de Cristina no fueron escuchados. Bielsa se fue y lo hizo con fuertes críticas al kirchnerismo, al rossismo, al socialismo, pero se salvó Miguel Del Sel, del PRO. Los medios nacionales, por otra parte, informaron sobre la renuncia de María Eugenia Bielsa no eludiendo decir esto mismo: que dio un portazo con críticas al kirchnerismo, lo que constituye un flaco favor para la estrategia política oficial.
Bielsa, quien asumió como diputada provincial en el mes de diciembre del año 2011, se fue dejando débiles adhesiones y grandes enojos, y tierra para cultivar muchas reflexiones. Por ejemplo, desde que asumió hasta el instante de su renuncia, la ex vicegobernadora sólo presentó (de su autoría) alrededor de 15 proyectos, todos de declaración o de resolución y ninguno de ley.
Mientras tanto, Agustín Rossi prefirió guardar silencio ante el embate de Bielsa y según trascendió de fuentes capitalinas, durante los días miércoles y jueves pasados se comunicó dos veces con la presidenta de la Nación y el día jueves, puntualmente, fue la propia primera mandataria quien lo llamó telefónicamente para felicitarlo por la sanción, como ley, del acuerdo de entendimiento con Irán. En esa charla, parece que la presidenta le contó a Rossi que le había pedido a Bielsa que evitara las críticas. Según las fuentes de la Casa de Gobierno, del otro lado se escuchó algo así como… “Mucho caso no hizo”. El llamado presidencial no deja de ser una señal importante para las huestes rossistas, y en especial para alguien que ha demostrado destreza y buenos resultados a la hora de accionar en favor de los intereses del gobierno en la Cámara baja. “Habilidad, coherencia y lealtad al Chivo no se le puede negar”, dijo alguien que no es allegado, precisamente, al Frente para la Victoria.
Y como se ha dicho al iniciar esta columna, también ha sucedido esta semana un hecho que no ha dejado bien parado al kirchnerismo ni en la provincia de Santa Fe ni en ninguna parte, y que tiene como protagonista a otro miembro de la familia Bielsa: el ex canciller y actual titular del Sedronar, Rafael Bielsa, hermano de la diputada renunciante. El periodista Carlos Del Frade hizo saber que quien suministró la información, que según puede saberse resultó no ser verdadera, respecto de que Marcos Escajadillo, ex subsecretario de Seguridad de la provincia, estaba involucrado en una causa federal por narcotráfico, fue nada menos que el propio Bielsa. Como se informó en todos los medios, en las últimas horas circuló una comunicación oficial del juez federal Sergio Gabriel Torres, quien de manera tajante y contundente niega que existan causas en las que esté involucrado el funcionario socialista. Sostiene el magistrado: “Sin perjuicio de las expresiones surgidas de las notas periodísticas publicadas, hágase saber que conforme los registros obrantes en este Tribunal, no tramitan actualmente ni han tramitado en las Secretarías números 23 y 24 de este Juzgado Nacional investigaciones en las que haya sido involucrada persona alguna con la identidad de Marcos Enrique Escajadillo”.
Un golpe duro para el kirchnerismo que se auto inflige por sus propios medios y mediante algunos de sus propios hombres, y acaso por esa ansiedad y necesidad política que, mal manejada, puede ser catastrófica.
Todo esto no hace más que profundizar la creencia, en muchos sectores de la sociedad, de que muchas denuncias lanzadas contra el gobierno socialista de la provincia de Santa Fe son disparos en realidad contra Hermes Binner, y que hay más cuestiones políticas con miras a las elecciones de legisladores nacionales de este año que certezas en las denuncias y verdadero interés por solucionar asuntos que preocupan, y mucho, al ciudadano común. Ya en la causa seguida contra el ex jefe de Policía Hugo Tognoli, por ejemplo, un conocido abogado rosarino, ex funcionario de la Justicia federal, sostuvo que todo era “poco serio”.
Esto no implica, por supuesto, negar la responsabilidad que le cabe al gobierno provincial en materia de inseguridad, ni silenciar un hecho preocupante: cada vez hay más delitos y más inseguridad por el auge del tráfico de drogas y no se advierten medidas fuertes y terminantes para mitigar la ola que enoja, con razón, a la ciudadanía.
En fin, lo único cierto es que, como decía Shakespeare, con miras a las elecciones es más el ruido que las nueces, que hay muchas peleas políticas y pocos proyectos serios, muchas figuras con cartel y nada más, y que los platos amargos sólo los comen los ciudadanos.
Obeid con Cristina
De la mano del jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y del operador político Juan Carlos Mazzón, el ex gobernador de la provincia de Santa Fe, Jorge Obeid, se reunió, como se informó por diversos medios, con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Casa Rosada mientras María Eugenia Bielsa presentaba su renuncia. Mucho se especuló sobre lo charlado, pero fuentes allegadas al kirchnerismo señalaron que durante el diálogo, que duró cerca de dos horas, Cristina le pidió a Obeid que participe políticamente, con miras a las próximas elecciones, dentro del Frente para la Victoria. Todo indica que va cobrando fuerza la idea de una firme unidad dentro del peronismo santafesino con vistas al armado de listas. Las circunstancias lo exigen.