El féretro con el cuerpo del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez llegó a la Academia Militar de Caracas, donde se instalará la capilla ardiente hasta el viernes para que el pueblo venezolano pueda darle un último adiós a su líder.
Acompañado por familiares, responsables del gobierno y cientos de miles de seguidores sumidos en la tristeza, el féretro cruzó las puertas de esta instalación tras siete horas de recorrido a paso de hombre por las calles de Caracas.
Los militares retiraron el ataúd del coche fúnebre y le retiraron los ornamentos, entre aplausos y gritos de «Viva Chávez» de los seguidores.
Segundos después, entró con honores militares a hombros de varios colaboradores, entre ellos el ministro de Deportes, Héctor Navarro.
La capilla ardiente quedará instalada en el hall del edificio, donde estudió el joven cadete Chávez y donde se despertó la vocación política que le llevó al poder en 1999. El viernes se celebrará el funeral de Estado con la asistencia de mandatarios extranjeros.
La carroza con el féretro del jefe de Estado llegó a su destino tras un recorrido que duró más de seis horas e inundó las calles de Caracas de miles de simpatizantes vestidos del tradicional rojo del chavismo y con banderas de Venezuela.
El vehículo atravesó en su último tramo el paseo de Los Próceres, que forma parte del complejo Fuerte Tiuna, donde también está la Academia Militar, y donde muchas veces Chávez encabezó diversos actos militares.
El cortejo, encabezado por el vicepresidente, Nicolás Maduro, y el presidente de Bolivia, Evo Morales, partió del Hospital Militar de Caracas, en el centro capitalino, donde ayer el líder e impulsor de la revolución bolivariana falleció víctima del cáncer.
«Te amaré por siempre, mi padre», se leía en uno de los improvisados carteles que lucían los simpatizantes del presidente.
«Ay, mi Chávez… ¡Mi Chávez!», lloraba desconsolada Rosa Valera, una jubilada de 69 años, al ver pasar el féretro del mandatario, cubierto de flores amarillas y blancas y una gran bandera venezolana, en las inmediaciones del hospital militar de Caracas.
Pequeños, adultos y mayores acompañaron la comitiva fúnebre con banderas venezolanas, fotografías, cuadros y camisetas con imágenes del gobernante, gritando mensajes de apoyo al Ejecutivo.
«¡Estamos con ustedes!», exclamaban los chavistas cada vez que divisaban a algún ministro o alto dirigente político.
El duelo general, patente también en los rostros de soldados que resguardaban la seguridad ciudadana y de los propios ministros, contrastaba con la habitual música llanera, las fanfarrias y canciones de batalla que no dejaron de sonar en este día triste.
Chávez, de 58 años, fue diagnosticado en junio de 2011 de un cáncer que lo obligó a pasar en cuatro ocasiones en 18 meses por el quirófano, siendo la última el 11 de diciembre pasado en Cuba, de donde retornó el 18 de febrero tras dos meses internado en la isla.
El ataúd había salido del hospital militar, donde Chávez falleció el martes a los 58 años. Su madre, Elena Frías, se apoyaba en él, llorando desconsolada y tapándose la cara con un pañuelo, mientras los presentes se recogían en una breve oración dirigida por un capellán militar.
Durante el cortejo, el himno de Venezuela sonó con la voz grabada de Chávez y fue entonado con emoción por todos los presentes, al unísono.
Centenares de seguidores, muchos vestidos con camisetas rojas, el color del chavismo, trataban de acercarse al auto, lanzando besos, plegarias y vítores, mostrándose todavía estupefactos por la dramática desaparición del mandatario.
La Academia Militar fue elegida para las exequias porque Chávez la consideraba su segundo hogar y cuna de su vocación política, que en 1992 le llevó a una fracasada intentona golpista y siete años después a la presidencia de Venezuela.
El canciller Elías Jaua indicó que se instalará una capilla ardiente «para que el mayor número de pueblo pueda ver a su padre, a su libertador, a su protector».
En la madrugada del miércoles comenzaron a llegar mandatarios regionales, que asistirán al funeral oficial de Estado previsto para el viernes a las 10 (hora Caracas), mientras siete países latinomaericanos decretaron duelo nacional, en particular Brasil, Argentina, Chile y Cuba.
La presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, y su homólogo uruguayo, José Mujica, fueron los primeros en llegar, seguidos por Morales, que fue recibido por Jaua.
Jaua indicó que el país amaneció en calma y adelantó que hasta el momento diez mandatarios han confirmado su presencia a las exequias de Chávez, la mayoría de los cuales llegarán durante la tarde del jueves.
Chávez había regresado de La Habana el 18 de febrero, sin ser visto ni oído, después de haber sido operado el 11 de diciembre por cuarta vez de un cáncer, cuya naturaleza y detalles nunca se dieron a conocer.
El gobierno dijo que informará dónde serán enterrados los restos del presidente, oriundo del Estado llanero de Barinas (oeste).
Jaua indicó el martes que Maduro asumirá la presidencia temporal hasta la convocatoria de elecciones, cuya fecha por ahora no fue anunciada por el gobierno.
Maduro, de 50 años, será el candidato oficialista para las elecciones presidenciales que deberán celebrarse en un plazo de 30 días, como indica la Constitución, probablemente contra el líder opositor Henrique Capriles, de 40 años.