La embajadora argentina en Gran Bretaña, Alicia Castro, aseguró que el referéndum que realizarán a partir de mañana los residentes de las Islas Malvinas para definir si quieren mantenerse bajo el ala de Gran Bretaña «no está supervisado por las Naciones Unidas y no será considerado» por esa organización.
«Los habitantes que viven en Malvinas tienen derechos civiles y derechos políticos, pero no tienen el derecho de dirimir la controversia de soberanía entre Argentina y el Reino Unido», afirmó la diplomática.
Alicia Castro mantuvo de esta forma la postura del Gobierno nacional, que el viernes a través de la Cancillería, rechazó el referéndum y afirmó que «el Reino Unido intenta tergiversar la controversia que mantiene con la Argentina antes que resolverla».
Incluso, legisladores del oficialismo y de la oposición impulsan en el Congreso nacional un proyecto de declaración para manifestar el rechazo de la Argentina al referéndum en el que los habitantes de las Islas Malvinas definirán si quieren seguir siendo británicos.
La embajadora argentina en Londres indicó también que el resultado del referéndum autoconvocado por los habitantes de las islas «no tendrá ningún efecto desde el punto de vista de la legislación internacional».
Castro ratificó que «no hay ninguna duda de la creciente militarización de las islas Malvinas» y que las negociaciones entre Argentina y Gran Bretaña «están siendo reclamadas por toda la comunidad internacional».
En una entrevista que publicó este sábado el diario El Tribuno de Salta, la diplomática argentina sostuvo que «el referéndum no tiene asidero legal» ya que «sólo votan ciudadanos británicos para que digan si quieren que el territorio en el que habitan sea británico».
Y, recordó que «en 1975 las Naciones Unidas establecieron que existe una situación colonial y particular en las islas Malvinas y que la controversia tiene que resolverse mediante negociaciones entre Argentina y el Reino Unido».
«Por eso, el referéndum no es más que una maniobra mediática del Reino Unido para abstraerse de su obligación: encontrar una solución pacífica y diplomática de esta controversia», analizó.
Castro concluyó que «es un referéndum organizado por británicos, solo pueden votar británicos y el territorio en el que habitan está siendo colonizado por el Reino Unido. Obviamente, el resultado es previsible».