Como Scocco no se consiguen. En un partido de características comunes, jugado por futbolistas normales, con Newell’s dominando de principio al fin, pero sin lograr definirlo en la red, Nacho fue la gran diferencia. A un par de minutos del final corrió 50 metros limpiando el terreno de venezolanos sorprendidos y definió a lo maestro frente al arquero. Nada más para ver.
El punto antipático de la nota es que no le queda mucho tiempo a Newell’s para disfrutar de su goleador. “Su deseo es jugar el Mundial de Brasil 2014”, suele repetir Fabián Soldini, representante de Scocco.
Ese sueño no es sencillo de cumplir, y no se trata de su capacidad goleadora. Tiene que ver con el momento de los delanteros argentinos en Europa, un fútbol que cotiza mucho más que el sudamericano.
Scocco se quedó esperando un guiño de Alejandro Sabella en la última convocatoria. Acá, mucho más no puede hacer.
Su futuro inmediato parece estar en el viejo continente, compitiendo con Higuaín, Agüero, Lavezzi, Di Santo, Palacios… (Messi va aparte, no ocupa cupo), mano a mano. Marcando cierta diferencia con sus colegas Martino fue contundente: “Él se merece un pase a Europa”.
Una frase corta y simple que grafica todo lo que le está dando su “9” a Newell’s, el mismo que entrenaba solo en Adiur y hasta puso plata de su bolsillo por regresar. La deuda, si es que la tenía, está ampliamente saldada. A Sabella parece no alcanzarle con lo que Nacho hace por estos lados, entonces será Scocco quien deba demostrar que puede estar jugando lejos. Donde se depositan los ojos del gran fútbol, podrá ser justo o no. Es la única salida, al menos la realidad lo marca así.