El miércoles fue la presentación oficial de algo que se viene dando desde que comenzó la temporada de la Rosarina en el fútbol infantil. A partir de este año no hay tabla de posiciones en las tres categorías más chicas (2005, 2006 y 2007) con la firme intención de bajar el nivel de violencia y que fundamentalmente los chicos se diviertan.
El presidente de la Rosarina, Mario Giammaría, dialogó con El Hincha sobre esta apuesta en conjunto con las autoridades municipales.
“A nivel de Rosarina la veníamos manejando hace varios años. Nos fue muy difícil implementarla, ir convenciendo a la gente. La idea es disminuir la presión a los chicos, la tensión que generan los padres en cada partido. Que las primeras experiencias de los chicos en el fútbol sean menos traumáticas. Sacarle al niño la necesidad imperiosa de ganar. Nos pareció adecuado sacar la tabla de posiciones en las categorías más chicas de fútbol infantil (2005, 2006 y 2007). Ya habíamos decidido no contabilizar los goleadores hace mucho tiempo”, manifestó Giammaría.
Y agregó: “Estamos conformes con el tiempo que lleva, pero recién dentro de una temporada vamos a sacar las verdaderas conclusiones. Nos costó mucho vencer la resistencia de los clubes, cuya defensa principal radicaba en el temor económico, pero hasta ahora no se ha visto alterada la recaudación de la jornada”, expresó el dirigente.
De todas formas la medida es reciente y las posibilidades que no haya hechos de violencia va ir bajando a medida de pasen los años.
“No estamos seguros ciento por ciento que va a eliminar las tensiones que se generan en cada partido, pero seguramente va bajar el nivel con respecto a otros años”, aclaró Giammaría.
Otra medida adoptada para este año fue los cambios obligatorios en las seis categorías del baby.
“Pusimos a partir de este año los cambios obligatorios en cada entretiempo para darle la oportunidad a todos los chicos de que puedan jugar”.
Además destacó que no está pensando en un futuro sacar la sumatoria de puntos en las tres categorías más grandes.
“Sería un cambio muy brusco pasar a competir de golpe. Igualmente estoy preocupado que hay chicos de 12 años en pensiones. No solamente en los clubes grandes, hay una locura generalizada. El defecto del fútbol profesional ha decantado para abajo y ha repercutido en el amateur”.
El mandamás de la liga local también se refirió a los trabajos realizados junto a la Municipalidad en la temporada pasada.
“Estábamos trabajando junto a la Municipalidad con la presencia de profesores de educación física en seis clubes para dar otro tipo de enseñanza. Y fue tan positiva que ahora serán 24. Además todos los árbitros realizaron el curso de resucitación, el cual también vamos a implementar para los técnicos con el apoyo del Sies”, dijo.
El presidente siempre habló que la violencia que suele darse en los partidos de la Rosarina, tiene que ver con desbordes emocionales individuales, es emotiva y espontánea.
“El espíritu competitivo que lleva uno adentro no se puede cambiar. Es una violencia espontánea, emotiva, circunstancial. No creo que nadie vaya a ver un partido de fútbol infantil con la intención de generar incidentes. Por eso es difícil prevenirla”, afirmó el mayor dirigente a nivel local.
Otro foco que muchas veces produjo hechos violentos fue la incapacidad de algunos árbitros muy precoces en la profesión.
“La necesidad de contar con árbitros en todos los partidos nos hizo que arbitren con pocos meses de preparación. Estamos capacitando, junto al sindicato comandado por Sergio Pezzotta, a muchos chicos y chicas para que estén preparados de la mejor manera”.
Por último, también se refirió a la posibilidad que en las jornadas de baby exista el famoso “tercer tiempo”.
“Estamos intentando implementar en poco tiempo el famoso tercer tiempo, algo que Newell’s puso en práctica el año pasado. Hemos hablado con empresas mayoristas para que los clubes puedan hacerlo en cada jornada”, concluyó Giammaría.