A veces estirar la soga demasiado es un riesgo. Gerardo Martino confió en sus instintos y esta vez el disparo le salió pifiado. El Newell’s muleto cayó ante un inexpresivo Colón por 2-1 y dejó escapar puntos importantes en la lucha por el titulo.
En un partido opaco, a la visita le alcanzó con la potencia goleadora de Emanuel Gigliotti para sacar una inmerecida ventaja de dos goles en el inicio de la segunda parte y el ingreso de Scocco y Figueroa esta vez no alcanzó.
Más allá de lo que pregone el Tata hay una realidad: los suplentes son suplentes. Obviamente la presencia de algunos titulares puede disimular falencias, como sucedió en las victorias ante Belgrano o Estudiantes, pero no es lo mismo Ortiz que Vergini, ni Mateo que Villalba, ni el pibe Beloso que Cáceres. Ni hablar de los años luz que separan a Ignacio Scocco de los otros atacantes. Inclusive Milton Casco no tiene alternativa y Martino debe improvisar con Díaz cuando el ex Gimnasia no juega. Y hoy el gran momento de Guzmán choca con un Peratta que siente la falta de continuidad.
Tal vez enfrentar a un Colón de poca monta, que apenas traía una victoria ante Tigre en su currículum, provocó que Martino confiara en esta formación muleto. Y la primera etapa para el bostezo donde ambos equipos no generaron nada dejó abierto el partido para una media hora final donde el ingreso de Scocco podía torcer el rumbo.
En la primera parte Newell’s fue inofensivo. Tuvo 70 por ciento de posesión de pelota (una marca superior a su media habitual), pero apenas generó una ocasión de gol con un remate de Orzán que controló Pozo.
Colón no era mucho más. Apenas el despliegue de Bernardello y la presencia amenazante de Gigliotti. Pero en tres minutos todo cambió. De un tiro libre lejano, similar a aquellos que Newell’s desperdicia habitualmente, apareció muy solo Gigliotti, que tras acomodarse le pegó pifiado, pero encontró poca oposición en Peratta y puso el 1-0. Inmediatamente Martino mandó a llamar a Scocco, pero antes que Nacho ingresara, de un lateral, el Sabalero cabeceó dos veces en el área y rubricó el 2-0. Otra vez Gigliotti, a esa altura incontenible.
Descontó rápido la Lepra con una exquisita asistencia de Scocco a Orzán, que el ex Sarmiento de Chaco resolvió por debajo del cuerpo de Pozo. Y cuando parecía que el empate podía llegar, porque Colón retrocedió más de lo recomendado, Newell’s se olvidó de su esencia y empezó a enviar centros, para perder una y otra vez. Esta vez la apuesta no resultó. Aunque no es tan grave porque el torneo es largo y la Lepra sigue en el lote de candidatos. Aunque deberá entender que suplentes, son suplentes.