Pensar el cuerpo como algo natural, apreciarlo con sus defectos y virtudes y además, animarse a mostrarlo sin prejuicios, fueron algunas de las consignas de un grupo de hombres y mujeres que ayer por la tarde se desnudaron frente a la Fuente de las Utopías, en bajada Sargento Cabral y el río. La singular intervención es parte del proyecto “Dolce” que fue declarado de interés cultural por el Concejo Municipal de Rosario y que cuenta con autoría del fotógrafo Martín Toye. Por supuesto, la insólita postal no pasó desapercibida y tomó por sorpresa a más de un peatón desprevenido que eligió disfrutar del sol del domingo, en uno de los lugares más concurridos de la ciudad. También hubo posiciones encontradas, asombro generalizado, risas, indiferencia y hasta un fervoroso e inesperado adepto que pasó caminando, se sacó la ropa y formó parte de la propuesta.
Desde hace varios años que el mentor de la singular puesta en escena desarrolla trabajos que vinculan el arte de las imágenes con temáticas como diversidad, prevención de enfermedades de transmisión sexual y convivencia. En esta ocasión el proyecto “Dolce”, que ideó hace unos tres años cuando todavía cursaba la facultad, busca abordar la reacción de la gente frente a un desnudo.
“Seguramente mientras estemos trabajando van a pasar muchas personas y van a decir muchas cosas porque el tema del cuerpo es un tabú, y ese concepto está más acentuado en Argentina y en toda Latinoamérica, no así en Europa”, consideró Toye, minutos antes de empezar con la intervención que recibió el permiso del Concejo, mediante el decreto 39137.
La perfomance empezó alrededor de las 15.30 cuando los seis modelos (cuatro hombres y dos mujeres) primero se bañaron en la fuente en ropa interior. Después, se quedaron totalmente desnudos y posaron para el lente de Toye y para las muchas miradas de los que pasaban caminado o en auto por el lugar. “Pensamos que se estaban bañando, como hacen algunos chicos en el verano y después que era una publicidad”, comentaron dos adolescentes, entre risas y asombro. Una pareja paró con la moto para ver mejor la escena y dijo que no le parecía bien porque “por el lugar pasan muchas criaturas”. Otros, en cambio, ni siquiera se enteraron de lo que pasaba, tal vez, ensimismados en sus cosas y aturdidos por la música de sus MP3.
Vi luz y subí
En cambio para Juan, un hombre de 62 años que caminaba por ahí, la intervención fue más que movilizadora porque se sacó la ropa y posó junto a los seis jóvenes junto a la Fuente de las Utopías. “Pienso que la naturaleza es excelente y el cuerpo humano merece ser exhibido en algunas oportunidades, sobre todo cuando tienen que ver con el arte o con algo significativo, además, no tengo prejuicios en cuanto a eso y hay gente que sí los tiene, por eso me presté espontáneamente. Un cuerpo desnudo no debería significar más que poder apreciar su belleza o no. No es un hecho que atente contra la moral o las buenas costumbres”, aseguró el convidado, quien se agregó a la foto sin invitación previa.
En la actividad también estuvo la jefa del Área de la Diversidad municipal, Noelia Casatti, quien contó a El Ciudadano que se decidió a desnudarse porque “el arte tiene formas de expresión y sensibilización importantes y ésta es también una manera de transmitirlas”. En tanto, otros fueron motivados por una suerte de demostración simbólica de libertad y de la capacidad de apreciar el cuerpo en todas sus formas, como algo “natural”. La sesión de fotos terminó alrededor de las 16.20, no sin antes provocar el alboroto entre los muchos transeúntes y automovilistas que pasaron por el lugar.