Descontracturado, predispuesto al diálogo y sin casete. Así se mostró el árbitro Carlos Maglio al recibir el llamado telefónico de El Hincha. El juez que dirigirá el encuentro del sábado entre Rosario Central y Douglas Haig, en Pergamino, habló del encuentro, de las estadísticas negativas que tiene dirigiendo al Canalla y de la categoría.
“Hace mucho que no veo a Douglas. Lo que sí es que (Reinaldo) Merlo le ha cambiado la cara al equipo y con respecto a Central ya sabemos como juega. Puede llegar a ser un partido abierto”, subrayó de cara al choque al que fue asignado para dirigir.
Maglio también recordó el último encuentro que dirigió al Canalla ante Atlético de Tucumán, que fue precisamente donde se produjeron los hechos de violencia que desencadenaron en la sanción impuesta por el Tribunal de Disciplina de AFA de tres fechas sin que puedan asistir los hinchas de Central en condición de visitante.
“Yo recuerdo que lo que vi fue lo que puse en el informe. Pero eso es solamente uno de los elementos que toma en cuenta el tribunal para sancionar o no”, comentó. Y luego recordó: “El partido se estaba jugando y escuché tiros. Entonces me pregunté: ¿qué pasó? Me di vuelta y vi la gresca entre la Policía y la gente de Central. Obviamente que sin saber cómo se había originado todo. En el informe puse lo que vi y que el partido había estado suspendido 8 o 9 minutos”.
Más tarde, para que no queden dudas sobre cómo es el proceder de los árbitros y hasta cuánto influyen en las decisiones, Maglio sentenció: “Nosotros informamos lo que vemos, el tribunal es el que define, nosotros no. Pero es normal que la gente se confunda, porque también se confunden los representantes de los clubes. Muchas veces expulso a un jugador y vienen y me preguntan cuántas fechas les voy a dar. Eso nosotros no lo definimos, lo resuelve el tribunal”.
—Las estadísticas que tiene Central con vos no son buenas, ¿te fijás en eso?
—No me fijo en las estadísticas. Es una de las grandes mentiras que hay. Las estadísticas no reflejan tendencias, ni errores. Yo por ahí dirijo a un equipo 18 veces sin un error y ese equipo perdió todos los partidos.
—¿Es lo mismo dirigir un partido de Primera que de la B Nacional?
—A mí en lo personal no me cambia. El árbitro es una persona egocéntrica y nosotros creemos que estamos capacitados para dirigir todos los partidos del fin de semana, pero no es así. De hecho los partidos de la B Nacional que me han tocado fueron importantes. El juego de Primera es más fluido, más abierto. En Primera las patadas se ven venir antes.
—¿Qué opinión te merecen aquellas personas que dicen: “este árbitro lo arreglamos” o “este nos va a jugar en contra”?
—Cuando jugaba al fútbol podía asegurar algo, hacer un gol de cabeza. Pero ahora no juego, yo soy árbitro. Yo sé que algunos dicen esas cosas, me ha pasado y después tuvieron que decir nos equivocamos. Con respecto a Central me tendría que quedar tranquilo: ¡Mirá las estadísticas! (se ríe) Esto pasa por una cuestión de confianza tanto como el que te designa como el club que recibe la designación. Cada uno tendría el compromiso de jugar como una final del mundo.
—¿Y de los que dicen: “quedate tranquilo que este pito es amigo mío”?
—Nada, yo siempre digo que si fuera por eso Roberto Carlos sería un poroto al lado mío. Los árbitros tendríamos más de un millón de amigos. Antes teníamos que ir a AFA por las designaciones, ahora no. Yo a algunos los conozco y por ahí uno tiene más afinidad con uno que con otro. Pero lo mismo pasa con los técnicos o con los jugadores.