El empate de Rosario Central en Pergamino terminó siendo positivo por la inferioridad numérica con la que terminó el Canalla, por la derrota de Sarmiento frente a Independiente Rivadavia, en Mendoza, y por la igualdad de Gimnasia y Esgrima La Plata en Misiones ante Crucero del Norte.
Pero, ¿por qué el equipo de Miguel Ángel Russo no le pudo ganar al amarrete conjunto de Mostaza Merlo? Por las expulsiones de Nahuel Valentini y de Néstor Bareiro.
La ida temprana a las duchas de los dos futbolistas fueron por causas totalmente diferentes, y será el entrenador quien deba tomar nota de cara al futuro.
La roja de Valentini fue por un error, poco habitual, de Rafael Delgado. Quien con la pelota dominada jugó mal, para atrás, a Petaco que no le quedó otra que bajar con falta a Mazza.
Seguramente el defensor recibirá una sola fecha de sanción y podrá estar cuando el Canalla visite a Ferro.
Pero la más preocupante y la que traerá consecuencias más importantes es la expulsión de Bareiro. El paraguayo había ingresado en el complemento en lugar de Toledo y cuando todavía faltaban veinte minutos para el final le pegó un codazo a un defensor de Douglas (Achucarro) y dejó con nueve al equipo.
Este accionar mal intencionado de Bareriro, ¿es nuevo? Claro que no.
El Guaraní ya había hecho de las suyas cuando Central le ganó a Patronato, pero esa tarde contó con la complicidad del árbitro que le permitió hacer lo que quisiese.
Más allá de que la reacción de Bareiro no se puede tomar como un seguro final del delantero con la camiseta de Rosario Central (NdR: su contrato vence el 30 de junio) por lo menos hará repensar a Russo, que tenía algunas intenciones hasta al sábado de que la dirigencia le renovase el vínculo.
Claro que las dos expulsiones que recibió el Canalla en Pergamino quedaron reducidas con el punto y en especial con los resultados que se dieron hasta aquí en la fecha, pero es cierto que para el entrenador están más vigentes que nunca y seguramente las mismas traerán algún tipo de secuela en el futuro, ¿Bareiro?…