Algo de impericia, poco del arquero rival y bastante de mala fortuna. Ese cóctel le impidió a Newell’s quedarse con un triunfo que mereció largamente ante un Vélez que no hizo tanta fuerza. Pero el destino futbolero hizo injusticia en el Parque y los de Liniers se llevaron el partido por 1-0 en el primer duelo por octavos de final de la Copa Libertadores.
Newell’s mostró lo mejor de su repertorio en la primera parte. Decisión para acorralar a Vélez desde el vamos, lucidez y movilidad para aprovechar los espacios, precisión para mantener la posesión. Impuso el ritmo y neutralizó al Fortín. Pero le faltó puntería y algo de suerte para trasladar ese dominio al marcador. Porque tuvo buenas oportunidades para abrir el marcador, pero anduvo enemistado con el gol.
El travesaño se ‘entrometió’ dos veces (primero ante un remate de Pablo Pérez y luego en un tiro libre de Ignacio Scocco), hubo definiciones apuradas, otras desviadas y alguna intervención de Sebastián Sosa. Pero la Lepra siempre tuvo el control de un partido que no parecía estar en riesgo. Hizo el desgaste y mereció llevarse algo más.
Mantuvo el dominio en el arranque del complemento y volvió a estar cerca del gol en un cabezazo de Pablo Pérez que Emiliano Papa sacó en la línea.
Pero el fútbol lo castigó injustamente a Newell’s. Porque Vélez, que no inquietó a Sebastián Peratta en casi todo el partido, “conoció” el área leprosa a leprosa a los 17 minutos de la segunda parte y, a contramano de lo que pasó en cancha, se puso 1-0.
El golpe de esa conquista, el desgaste del partido, el trajín de haber jugado el viernes con titulares afectaron a la Lepra. Luego a través de un zurdazo de Martín Tonso que contuvo Sosa, recuperó peligrosidad. Sobre el final tuvo el empate con un remate de Lucas Bernardi y un disparo potente de Scocco.
No ligó Newell’s, que hizo el desgaste y los méritos para quedarse con el triunfo. Apostó fuerte a ganador, pero salió otro número en el paño.