Manifestantes y policía protagonizaron enfrentamientos este jueves por la noche en Madrid al término de una protesta frente a la cámara baja del Parlamento español convocada en las redes sociales bajo la consigna «Asedia el Congreso».
Equipada con cascos y escudos, la policía cargó a golpes de porra contra los manifestantes después de que varias decenas de ellos lanzasen botellas, petardos y bengalas contra los antidisturbios, comprobó una periodista de la AFP.
Tras la carga, los manifestantes se dispersaron concentrándose por pequeños grupos en otros puntos del centro de la ciudad, donde seguían lanzando piedras a los agentes. Otros se reunieron en la cercana Estación de Atocha, perseguidos por la policía, que cargó de nuevo contra algunos jóvenes.
Los incidentes se produjeron al término de una protesta que había congregado a un millar de personas, en su mayoría jóvenes, convocadas por una coordinadora que llamó a la «rebelión popular» y a la ocupación del lugar hasta que dimita el gobierno español y se disuelvan las Cortes.
Un imponente dispositivo policial de 1.400 agentes había sido desplegado para esta protesta, de la que se habían desvinculado las principales organizaciones englobadas en el movimiento social de protesta conocido como los indignados.
Durante la manifestación la policía detuvo a cinco personas, entre ellos un menor de nacionalidad ecuatoriana que, según un portavoz, llevaba en su mochila «un rollo de papel de aluminio, un petardo de 15 cm, un bandera anarquista con un palo de hierro, un bote de ácido y una bolsa con piedras».
En su teléfono móvil tenía «instrucciones para la guerrilla urbana y para la fabricación de McGyver que es como un especie de cóctel molotov», precisó.
Congregados inicialmente en tres puntos del centro de Madrid, cerca de un millar de manifestantes convergieron hacia la plaza de Neptuno, frente al Congreso, fuertemente protegido. Gritaban «¡Basta ya de Estado policial!», «No tenemos miedo» o «vosotros, fascistas, sois los terroristas».
«No estoy de acuerdo con la política que hace el gobierno de España, está sujeto a las políticas del Banco Central Europeo, a quien no hemos votado», lanzaba Lorena Pérez, una desempleada de 29 años del sector de la comunicación. «No están luchando por nuestros intereses, están defendiendo los intereses de la banca y de Alemania», agregaba. «He venido para defender nuestros derechos», afirma Jesús Seguera, un empleado de la construcción
«Es una combinación de cosas», agrega. «Ellos no cumplen sus programas electorales», dice, señalando al Congreso. «En mi casa está afectando el paro», afirmaba mientras otros enarbolaban pequeñas pancartas en las que podía leerse «6,2 millones de razones», recordando el número récord de desempleados en el país, anunciado este mismo jueves.
Pocas horas antes de la protesta, la policía había detenido a un total de 15 personas en la capital española.
Cuatro jóvenes «integrantes de grupos anarquistas» habían sido detenidos por la mañana cuando «pretendían provocar incendios en la capital», según el ministerio de Interior. La policía había detenido también a 11 personas que se habían encerrado en un edificio de la Universidad Complutense de Madrid.
Esta manifestación se produce en un contexto de profunda crisis social en España, con un desempleo que acaba de superar los seis millones de personas, un 27,16% de la población activa.