En una carta abierta publicada en el diario Página/12, el hijo del periodista Eduardo Aliverti dijo que «las incesantes versiones erróneas y desinformaciones periodísticas apuntan a construir una imagen pública de mi persona, tal si fuese el mismísimo diablo».
Además, explicó que desde que ocurrió el accidente el 17 de febrero pasado en la autopista Panamericana en el que murió el vigilador privado Reinaldo Rodas, no había realizado declaraciones a la prensa «en memoria y en respeto de los familiares y seres queridos» de la víctima.
«Toleré todo tipo de mentiras y errores periodísticos, de los que sólo me cabe creer que tienden a generar presión tanto en la opinión pública como en quienes deberán decidir mi situación judicial», dice en la carta.
El locutor calificó de «injusto» el escrache que sufrió el último fin de semana en la puerta de su casa «similar a los que se han realizado contra genocidas, represores y violadores sistemáticos de los derechos humanos».
García explicó que nunca intentó darse a la fuga tras protagonizar el accidente, ya que «podría haber tomado cualquiera de las salidas que se indican en la Panamericana», y no lo hizo.
Luego, afirmó que la empleada del peaje desmintió en su testimonio las versiones periodísticas sobre que había trasladado a la víctima durante 17 kilómetros sobre el capó del auto y que había bromeado al llegar a la cabina del peaje sobre si tenía que «pagar doble».
«Esas versiones que afectan al sentido común, tras ser repetidas en innumerables oportunidades y ni siquiera desmentidas a la ligera, instalaron un imaginario colectivo de `Atropelló, Mató y Huyó´», dijo.
Además, negó haber conducido con la licencia vencida, dijo que no concurrió a la citación con el juez de faltas porque a la misma hora lo habían llamado desde «la fiscalía interviniente» y que, al momento del accidente, no conducía a 100 kilómetros por hora.
«En realidad no iba a más de setenta kilómetros por hora, según establecen las propias pericias oficiales, y cuando estaba haciendo el `ingreso en la autopista´», aclaró.
Por otra parte, rechazó las versiones de familiares de la víctima que denunciaron que estaba siendo protegido por la policía.
«Me indigno al escuchar a comunicadores sociales, que se arrogan el alegre derecho de decir que en situación similar la única lógica es detener la marcha. Mi lógica fue buscar ayuda en el peaje», dijo el locutor, quien agregó que no pudo utilizar su teléfono para pedir auxilio porque había quedado en el bolsillo derecho de su pantalón «debajo de parte del cuerpo del señor Rodas».
«Lamentablemente se hizo de esta tragedia un show mediático instalando el tema en la opinión pública como si fuera de interés nacional, cuando en realidad se trató de un fatal accidente de tránsito», explicó.
Finalmente, aclaró que entre las 19 y 20 del 13 de marzo último se comunicó con el hermano de Rodas, llamado Aldo, y que se puso a su disposición «cuando lo desearan y a fin de cuanto requirieran».
Dijo que pone a disposición «los audios de las escuchas telefónicas (de ese diálogo)», y aclaró que no guarda «ningún rencor por el escrache sufrido en mi domicilio el sábado anterior, y entiendo el terrible momento que están viviendo».