El fiscal del juicio por el Plan Cóndor, Pablo Ouviña, reconoció que el proceso judicial «no será lo mismo» sin la presencia de Jorge Rafael Videla, pero anticipó que van a utilizar las últimas entrevistas periodísticas que brindó el dictador.
Ouviña se pronunció así tras la muerte de Videla ocurrida el último viernes, en medio del avance de la causa que investiga los hechos que tuvieron lugar en el marco del Plan Cóndor y que juzga a 25 imputados.
El fiscal reconoció que el proceso que lleva a cabo el Tribunal Oral Federal N° 1 «no será lo mismo» sin Videla, y agregó: «Ya no tenemos capacidad para seguir juzgándolo».
En declaraciones a Radio América, Ouviña lamentó que el dictador se negara a declarar sobre esos hechos, pero reveló que mantenía la «esperanza» de que «en algún momento lo hiciera».
«Lo que se ha muerto con Videla es un poquito de esperanza. Por todas las cosas que no dijo y que pudo haber dicho. Mi esperanza era que en algún momento lo hiciese», sostuvo el fiscal.
Ante la imposibilidad de acceder a una declaración de Videla, Ouviña afirmó que ahora podrían usarse en el proceso judicial las declaraciones periodísticas efectuadas por el dictador a la revista española Cambio 16.
Según el fiscal, «las manifestaciones públicas se van a utilizar en el juicio» porque «todo se puede utilizar, después los jueces van a asignarle valor».
Ouviñas sostuvo que lo que dificulta el acceso a información fundamental en la causa es el «pacto de silencio» que existe entre los involucrados «desde el momento mismo en que se inició la represión».
Por ello Videla se negaba a declarar y se reconoció como único responsable de los hechos que están siendo juzgados, según precisó el fiscal, quien indicó que el exdictador «asumió toda responsabilidad para beneficiar al resto de los imputados».
Por otra parte, Ouviñas recordó que el martes pasado, en la última audiencia del juicio en la que el represor se negó a declarar por desconocer la competencia y jurisdicción del Tribunal para juzgarlo, su estado físico se veía «muy deteriorado».
«Tenía dificultades en su memoria. No es que se lo veía mal, pero sí se le notaba cierto desmejoramiento. Siempre se lo veía hablar con sus compañeros de armas. Pero el martes se lo vio cansado, le constó subir al estrado. Estaba muy desmejorado en su salud», relató Ouviñas.