Gerardo Martino no se sube a la euforia por el 4-0 ante el Boca alternativo porque cree que ese resultado no incidirá en absoluto en el partido que mañana ambos jugarán en el Parque Independencia para determinar la clasificación a las semifinales de la Copa Libertadores. “Tenemos muy en claro que será un partido contra un rival que tendrá la misma camiseta, pero con una motivación completamente diferente”, dijo el entrenador leproso en conferencia de prensa.
—¿Qué esperás de Boca?
—Que nos venga a presionar, que no nos deje jugar ni crecer en el terreno, que nos contragolpee rápido. Boca sabe cómo vamos a jugar nosotros y nosotros sabemos cómo nos puede hacer daño. Pero no vamos a renunciar a lo que siempre hicimos.
—¿Qué enseñanzas te dejó el primer tiempo del partido en La Bombonera? ¿Se vieron sorprendidos por la postura de Boca?
—Nunca pensé que nos fueran a esperar jugando de local, no me sorprendió, y con toda la motivación que significan estos partidos. Igual no creo que haya sido tan dramático para nosotros, como tampoco que todo lo que sucedió fue responsabilidad nuestra, sino virtud de nuestro rival.
—El mejor momento de Boca en aquel partido coincidió con una buena participación de Juan Román Riquelme. ¿Te obliga a tener una atención especial sobre él?
—Cuando enfrentás a un jugador como Riquelme, mientras menos capacidad de juego tenga, más chances tenés de ganar. Una de las claves es que no tenga incidencia en el partido. Tenemos que ganar el partido, que es lo que tratamos de hacer siempre. Lo intentaremos una vez más.
—El equipo hace un gran desgaste y viene de una seguidilla importante. ¿Cómo harán para que el físico no les juegue una mala pasada?
—Quizás el hecho de pensar que de no ganar nos quedamos afuera nos haga sostener todo lo que venimos haciendo. Cada partido decisivo como este, en un cruce mano a mano, es una final.
—En el Parque todavía resuenan los aplausos hacia el equipo y el pedido para que no te vayas…
—Tener el reconocimiento de la gente siempre es satisfactorio y motiva. En estos momentos mucho más. Los jugadores están haciendo un esfuerzo muy grande y hasta me parece lógico y merecido lo que pasó. Lo agradecemos profundamente. Pero no creo que deba hablar de cuestiones personales.
—¿Creés que este equipo quedará en el recuerdo del hincha gane o no alguno de los títulos que pelea?
—No sé si en Argentina estamos preparados para que se recuerde un equipo que no gana algo. Acá hay que ganar algo, es la única manera para quedar en el recuerdo. Nuestra gente está contenta por el rendimiento del equipo y fue una demostración genuina y espontánea lo que sucedió. Pero acá no alcanza, quizás en otro lado sí.
—Igualmente se te nota tranquilo por cómo responde el equipo…
—Cuando uno llega a instancias decisivas, lo que sostiene las chances es el rendimiento del equipo. Inclusive más allá de un resultado. Los partidos con Vélez fueron un ejemplo de esto. Nos tocó perder haciendo un muy buen partido en Rosario y de no haber sostenido ese rendimiento, no hubiéramos ganado en la revancha. Hay un rendimiento que avala nuestras aspiraciones. Puede pasar que alguna vez no tengamos la precisión y movilidad necesaria para contrarrestar la presión rival.
—¿Pero estás realmente tranquilo o la procesión va por dentro?
—En realidad, no estoy tan tranquilo, pero tampoco nervioso. Tengo la tranquilidad de estar con un grupo que entiende lo que nos jugamos y que sabe lo que quiere hacer, le salga o no. Y en realidad, lo que podría pasar es que quedemos eliminados de la Copa o que no salgamos campeones del torneo. Pero la vida continúa y no creo que sea tan dramático.
